El gobernador de Texas, Greg Abbott, creó el lunes (30) una nueva posición en su gobierno que liderará la política de inmigración del estado, enfocada en tomar medidas enérgicas contra la entrada de inmigrantes indocumentados.

Definido por Abbott como “zar fronterizo” -en referencia a cómo se llamaba a los emperadores rusos que hasta principios del siglo XX tenían plenos poderes-, el encargo será diseñado para contar la llegada de inmigrantes y acelerar la construcción del muro en la frontera sur de Estados Unidos con México.

La medida, según el gobierno local, es “una respuesta a la negativa” del gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de contener la inmigración. Desde que Biden asumió el cargo, Abbott, un ultraconservador, se ha mostrado crítico con la política migratoria del gobierno estadounidense.

El nuevo “Zar”, Mike Banks, es un guardia fronterizo condecorado jubilado con más de treinta años de experiencia en la frontera mexicana. Parte de su misión será “acelerar la construcción del muro fronterizo en Texas”, agregó Abbott.

“Es un trabajo de tiempo completo que requiere un líder cuyo único enfoque sea responder a las políticas de fronteras abiertas del presidente Joe Biden”, dijo Abbott antes de supervisar la instalación de parte del muro en la ciudad de San Benito, en el extremo sur del país.

Abbott es uno de los iniciadores de las estrictas medidas de control fronterizo implementadas durante la administración de Donald Trump.y un crítico acérrimo de Biden, a quien culpa de la creciente ola de inmigración ilegal al país.

El nuevo puesto del gobierno de Texas trabajará con el Departamento del Ejército y el Departamento de Seguridad Pública del estado, como parte de la “Operación Lone Star” lanzada en 2021 para “detener y rechazar a los inmigrantes que cruzan ilegalmente De México a Texas”, dijo el gobierno estatal en un comunicado.

Abbott dijo que se estaban acelerando los trámites para adquirir los derechos de parte del terreno sobre el que se extenderá la construcción, “para que en el futuro se puedan construir más muros”, agregó. La construcción del muro costó $ 25 millones por milla (1,6 km).

La frontera entre Estados Unidos y México se extiende aproximadamente 3100 km (1900 millas), más de la mitad de los cuales se encuentran en Texas.

El lunes, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, defendió un programa del gobierno para permitir la entrada mensual de 30.000 inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que tienen un patrocinador en Estados Unidos y llegan en avión.

Pero varios estados republicanos, incluido Texas, han demandado a la administración de Biden por esa medida, que dicen que es ilegal y, según Abbott, “atraerá a más personas a cruzar ilegalmente la frontera”.