Conocida por sus ríos cristalinos, cuevas, cascadas y una rica diversidad de fauna y flora, la ciudad de Bonito, en Mato Grosso do Sul, es uno de los principales destinos de ecoturismo en Brasil. Las atracciones incluyen experiencias inmersivas en la naturaleza a través de senderos, flotadores y buceo, por ejemplo.
Pero ahora cualquiera que decida ir a Bonito también podrá visitar el primer museo submarino de agua dulce del mundo. La nueva atracción está ubicada en el Lago da Capela, en Nascente Azul, a 32 km del centro de la ciudad.
La colección del museo reúne gigantescas esculturas instaladas en un lago de unos cuatro mil metros cuadrados y cuatro metros de profundidad. Además de las piezas, el lugar alberga una amplia biodiversidad acuática, con peces como pacu, lambari, dourado, piraputanga, entre otros.
El objetivo del museo es crear un espacio en la naturaleza donde los artistas locales puedan expresarse a través de obras de arte.
La primera exposición, denominada “ciclos”, abordó la relación entre el hombre y la naturaleza, subrayando la importancia de preservar el medio ambiente, además de provocar una interacción submarina entre los visitantes y las obras. La idea es que las obras de arte se integren con el entorno y sirvan de refugio a los peces.
VISITAS – Los turistas deben ponerse en contacto con las agencias de turismo de Bonito para realizar la visita, siempre en grupos reducidos y acompañados por monitores. La visita se realiza a través de una inmersión con una duración media de 40 minutos. El estudio cuenta con certificado de seguridad en turismo de aventura, emitido por la ABNT.
Países como Chipre, Francia y México ya cuentan con museos submarinos, sin embargo, en agua salada. El museo Bonito es, por lo tanto, el primero en Brasil y el único en el mundo en la categoría de agua dulce.
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