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Varias personas intentaban tomar un tren de carga en la Ciudad de México para llegar a Estados Unidos, pero fueron detenidas por las autoridades mexicanas.
En México se han reanudado las conexiones ferroviarias que conducen a la frontera con Estados Unidos, que habían sido suspendidas para frenar una nueva ola de migrantes que intentaba llegar al norte.
Las autoridades han reforzado la seguridad en las líneas e impiden que los inmigrantes tomen los trenes. Incluso aquellos que pueden pagar el billete.
Es una de las formas más peligrosas de viajar por México, pero es la elegida por muchos para intentar llegar más rápido a la frontera norte, cerca de Texas, en Estados Unidos.
Los inmigrantes se esconden sobre todo en los trenes que transportan mercancías.
Para intentar frenar este nuevo flujo, las autoridades mexicanas habían decidido suspender más de 60 conexiones durante la semana. Pero los trenes ya circulan con normalidad. Y con ellos, los migrantes.
Las patrullas han aumentado y los agentes intentan impedir que la gente llegue a las filas y a los vagones: sólo en las dos primeras semanas de este mes, según las autoridades mexicanas, más de 140 mil migrantes llegaron a la frontera con Estados Unidos.
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