“Estamos a punto de hacer una denuncia internacional, golpean el cenote [poços subterrâneos de água doce]ríos submarinos con o sin permisos”, dijo el mandatario izquierdista durante la habitual rueda de prensa matutina.

Sin especificar qué instancia tomará el caso, López Obrador acusó a Vulcan y su filial Calica de causar una “catástrofe ecológica” al extraer piedra caliza cerca de la costa caribeña “para construir carreteras en Estados Unidos”.

A principios de mayo, el gobierno mexicano puso fin a las operaciones de Calica en Playa del Carmen, en la Riviera Maya, una de las perlas turísticas del país. En la ocasión, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales denunció “probables daños graves y degradación de los ecosistemas”.

La suspensión se produjo luego de que López Obrador anunciara una demanda contra la empresa y en medio de denuncias contra el gobierno por el daño ecológico que causaría en la región la construcción de un ferrocarril turístico, el Tren Maya, una de sus obras emblemáticas.

El desarrollo del tramo que se extiende hacia la región está suspendido por orden judicial. Vulcan calificó el cierre de “ilegal” y aseguró que “cuenta con las licencias necesarias para operar”.

Desde 1986, la empresa opera su “cantera más grande” cerca de Playa del Carmen, de donde obtiene la materia prima para producir agregados para concreto y asfalto, cimientos, rocas y polvo de piedra, según datos de la empresa.