Después de dominar durante casi media hora, los jugadores de balonmano franceses colapsaron en la final del Mundial 2021 el domingo 29 a 22 contra Noruega, pero regresaron a Francia con una nueva medalla al cuello, séptima en sus últimas ocho competiciones.
La oportunidad de marcar un poco más la historia de su deporte fue una buena oportunidad para los compañeros de equipo de Coralie Lassource. Tuvieron la oportunidad de anotar un doblete internacional muy raro en poco más de cuatro meses, después de ganar el oro olímpico en Tokio al vencer a Rusia en la final.
Pero para imitar a los daneses (1996) y los noruegos (2008), los únicos que han hecho tal hazaña en el pasado (en ese momento era un doble JO-Euro), lamentablemente tendrán que volver a probar suerte.
El escenario de la final dejará un eterno arrepentimiento a los jugadores de Olivier Krumbholz, porque lograron una primera parte del partido casi perfecta.
Casi sola, porque tras liderar 16-10 (28º), hicieron un lío en el tiempo final: exclusión temporal para Méline Nocandy, falta de cambio para Lucie Granier, time-out mientras Laura Flippes iba a marcar el 17-10, y un gran defecto de Estelle Nze Minko.
Estos errores permitieron a Noruega volver a encontrar la esperanza (16-12, 30a). Y la vuelta de los vestuarios fue fatal para los azzurri que encajaron un 7-2 imposible de remontar.
Terminar un torneo con un revés siempre deja un sabor de asuntos pendientes cuando el oro parecía estar al alcance de la mano. Sin embargo, la derrota ante Noruega no debe hacernos olvidar la extraordinaria racha de los franceses en los últimos años.
– Siete de las ocho medallas posibles –
Aparte del fracaso del Mundial de Japón 2019 (eliminación de la primera ronda), los jugadores de Olivier Krumbholz siempre han llegado a las semifinales de los Juegos de Río en 2016. Han llevado a casa siete medallas de ocho posibles, han ganado seis veces en la final y ganó tres títulos (Mundial-2017, Euro-2018 y Juegos de Tokio en 2021).
Incluso los “Expertos”, sus homólogos masculinos que dominaron el planeta de la mano masculina de 2008 a 2017, no habían experimentado tal regularidad. La banda de Nikola Karabatic había subido “sólo” en seis podios, sin embargo todo oro, en las primeras ocho carreras de su reinado absoluto.
Con doce de los dieciséis campeones olímpicos (Amandine Leynaud, Alexandra Lacrabère y Blandine Dancette retiradas, Pauline Coatanea no fue detenida), las italianas llegaron a España sin miedo a una brecha generacional.
En los encuentros de los últimos años, la transición se ha producido de forma natural, con toques posteriores, como la integración de la pívot Pauletta Foppa (21 años en tres jornadas), o de la centrocampista Méline Nocandy.
Y los ejecutivos Béatrice Edwige, Allison Pineau, Estelle Nze Minko o Grâce Zaadi llevaron este colectivo a la cima. Este último fue el conductor del ataque francés, también haciendo mucho trabajo en defensa. Pero en la final ante Noruega le faltó jugo.
Esta Copa del Mundo de 2021 iba a ser solo la primera de las tres paradas que deberían llevar a los franceses a los Juegos Olímpicos en casa en 2024 (en el enorme estadio Pierre-Mauroy de 27.000 asientos en Lille). Pero a pesar del esfuerzo físico y psicológico resultante de la coronación de Tokio, encontraron los recursos para llegar a la final una vez más.
tba / fbx
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