La política como auténtica vocación de servicio

es muy comun escucharlo la mayoría de la gente su decepción con la política y con quienes se dedicaron a este cargo.

No podemos ignorar algunos de ellos. politicos, independientemente del género, no ha estado a la altura de las necesidades de nuestra sociedad. También hay quienes han trabajado duro para hacer bien su trabajo, por eso merecen ser destacados más. reconocimiento público.

Lamentablemente veo la política como un espectáculo morboso.

En política, estas consecuencias prácticas tienen una larga reputación. Esto es precisamente lo que favorece su degradación.

Existe una antigua y nefasta creencia de que tiene acceso a una posición de poder y que esta es una magnífica oportunidad para cosechar beneficios en todas direcciones. A partir de entonces, la mayoría de las veces la competencia electoral se convierte en el deseo de ridiculizar al oponente y, en segundo lugar, en la exposición de ideas y propuestas encaminadas a mejorar la vida de la población.

Lo que se conoce como “política” no es algo nuevo. La banalización del ejercicio político ha estado presente desde la antigüedad.

El uso recurrente de la expresión “pan y circo” para el pueblo refleja la denigración de la política como vocación de servicio y promueve el reconocimiento del destinatario y posible beneficiario de la actividad política.

Las circunstancias y problemas actuales del mundo, así como los desafíos que enfrentamos, hacen necesario exigir mayores esfuerzos a nuestros líderes, legisladores y funcionarios públicos. Deben comprender claramente el verdadero alcance de la política. Este es el momento precioso de servir a los demás, de ayudarlos seriamente para que su existencia sea mejor.

Necesitamos políticos que realmente tengan un compromiso social. Que se preparen adecuadamente para el papel que desempeñarán, que demuestren plena disponibilidad para ayudar a quien lo solicite, como si comunicaran a las personas lo que han logrado, los resultados obtenidos y los beneficios que su acción genera para todos.

La política no es exclusiva de un grupo. Todos debemos sentirnos responsables de influir en la dinámica de nuestro país. Ejercer nuestros derechos es parte de nuestra contribución a la causa de la política. Nos somos exigentes para poder pedir el desempeño más efectivo a quienes se dedican a la política. Esperamos que realmente lleven a cabo sus funciones de manera profesional.

En la literatura de teoría política existe un vocabulario: politiké, que se refiere a la política como un arte. Este debería ser el desafío de todos.

El político debe esforzarse por garantizar que todas sus creencias y acciones tengan un impacto positivo en la comunidad. No olvidemos que todas las personas son dignas y que, por tanto, merecen la mejor atención para alcanzar las más altas condiciones de bienestar individual y colectivo.

POR ARMANDO ALFÓNZO JIMÉNEZ

CONSTITUCIONALISTA

MAAZ

Nacho Manjarrez

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