publicado el 25/08/2021 16:19 / actualizado el 25/08/2021 16:19

La Corte Suprema de Estados Unidos ordenó este martes reactivar una política migratoria que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México para su audiencia en la corte, lo que representa un gran revés para el presidente demócrata Joe Biden.

Dirigido por el expresidente Donald Trump, el programa “Quédate en México” ha permitido que decenas de miles de solicitantes de asilo, en su mayoría de Centroamérica, sean enviados de regreso a la frontera con México en espera del resultado de sus juicios.

La administración de Biden se movió rápidamente para comenzar a desmantelar y poner fin a la controvertida política, oficialmente llamada Protocolos de Protección de Migrantes (MPP).

Después de revisar varios casos judiciales, la administración de Biden solicitó a la Corte Suprema que suspenda la reinstalación del programa.

En una breve orden sin firmar, la corte suprema dijo el martes que “se niega la solicitud de suspensión”.

Según el documento, los tres jueces progresistas de la corte, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan, dijeron que habrían permitido que se suspendiera esa regla.

El caso ahora puede llevarse a un nivel de tribunal inferior en un tribunal de apelaciones.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Biden dijo que “lamenta que la Corte Suprema se haya negado a otorgar la suspensión”.

Agregó que “mientras continúa el proceso de apelación, sin embargo, el DHS cumplirá con la orden de buena fe”.

– Angustia en la frontera –
La Cancillería mexicana confirmó la noche del martes que había sido informada por la DHS de la resolución judicial y que ambas instituciones intercambiarían información al respecto para definir su posición.

También se espera que el canciller Marcelo Ebrand brinde una conferencia de prensa para abordar el tema.

En tanto, migrantes centroamericanos que viven en condiciones precarias, acampados en una plaza en la frontera con Texas, expresaron su angustia ante la posibilidad de permanecer más tiempo en esta situación.

“Estamos en una frontera peligrosa, donde no estamos seguros (…) Dormimos en el suelo, no tenemos un lugar digno, estamos en el mismo estado que Trump”, dice Daniuela Díaz, quien no tiene mejoría con las políticas migratorias de Biden.

En el campamento, cerca de uno de los puentes internacionales con Estados Unidos, unas 5.000 personas viven hacinadas en tiendas de campaña destartaladas, sacando agua de las cañerías públicas y dependiendo de los alimentos donados por iglesias y algunas ONG.

“Si hay alguna ayuda de esta semana a la próxima, me voy a Honduras, me vuelvo porque estoy aquí como un perro”, dice indignado Edilberto Fernández.

Los grupos de derechos de los inmigrantes también rechazaron la orden de la Corte Suprema.

El fallo de la corte más alta para la reintroducción de la política de “Quédate en México” “es cruel por decir lo menos”, dijo Yael Schacher, asesora legal estadounidense de Refugees International. “La administración de Biden no debería ver esta decisión como una orden”.

© Agencia France-Presse