Los precios al consumidor en México continuaron desacelerándose en octubre, a pesar del aumento observado en el sector eléctrico al final de la temporada de subsidios gubernamentales. Archivo fotográfico
9 de noviembre (Eje de Negocios) – En octubre, la inflación en México continuó su tendencia a la baja, gracias a la desaceleración de los precios de los productos agrícolas a pesar del fin del subsidio gubernamental a las tarifas eléctricas.
El índice de precios al consumidor aumentó un 0,38% en octubre, lo que representa el aumento más bajo para un período similar desde 2009. Interanualmente, los precios al consumidor aumentaron un 4,26%, lo que provocó nuevos meses de caída y se mantuvo sin cambios durante todo el año. el año. nivel desde febrero de 2021, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
La tendencia mensual de los precios al consumo fue inferior a las estimaciones de los economistas entrevistados por Infosel Hub, que esperaban un aumento mensual del 0,39% y un aumento anual del 4,28%.
En particular, los productos que más apoyaron la inflación en octubre fueron la electricidad, con un aumento mensual del 19,23% ligado al fin de los subsidios aplicados al gobierno durante la temporada de calor, seguido del gas doméstico GLP con un aumento del 3,42%, el azúcar por un 9,69%, la vivienda un 0,29% y el transporte aéreo un 13,37%, entre otros.
Por el contrario, parte de estas detenciones fue mitigada por caídas en el mes de 14.46% en jitomate, 4.05% en pollo, 11.72% en cebolla, 11.91% en naranja y 8.56% en aguacate, por mencionar algunos.
“Con datos de octubre, son siete meses consecutivos donde la inflación evita repuntes bruscos”, escribió en un informe Marcos Arias, analista económico de Monex Grupo Financiero. “En última instancia, nos permitirá establecer una lectura de mayor estabilidad en torno a la dinámica de precios, aunque probablemente en niveles superiores al objetivo del Banco de México”.
Por otro lado, el componente subyacente de los precios, el que excluye el comercio de productos altamente volátiles, como la energía y los productos agrícolas, subió un 0,39% mes a mes –su incremento más bajo en un período comparable desde 2000– y aumentó a una tasa anual. tasa del 5,50%, cayendo por nuevos meses consecutivos y alcanzando su nivel más bajo desde octubre de 2021.
Sin embargo, el movimiento subyacente de los precios fue tan alto como la ganancia mensual del 0,37% y el avance interanual del 5,49% que esperaban los analistas encuestados por Infosel.
Datos recientes respaldan la expectativa de que el Banco de México mantendrá su tasa de interés en 11.25% para su quinta reunión vespertina de julio.
El Consejo insistió en la necesidad de mantener el tipo de referencia en el nivel actual durante un “período prolongado”, dado el complejo panorama inflacionario y la alta volatilidad de los precios del petróleo y de los alimentos, debido a la incertidumbre global asociada a los conflictos geopolíticos y a la expectativa de menor crecimiento económico en 2024. Esto genera presiones de demanda dentro del índice subyacente, que se ha desacelerado a un ritmo más lento y está dentro del rango de tolerancia del Banco Central: entre 2 y 4%.
Por estos motivos, el consenso de analistas prevé que los recortes de empleos comenzarán hasta el primer trimestre de 2024, una vez que se consolide el proceso desinflacionario en el país, aunque algunos no descartan que se prolongue hasta el segundo o incluso el tercer trimestre. . del año.
“Creemos que el Banco de México pretende mantener una postura restrictiva, dado que la última parte de su lucha contra la inflación persistente será la más dura, mientras que las presiones de demanda sobre el índice subyacente pueden persistir”, dijeron Miriam Acuña y otros economistas del Grupo Bursátil Mexicano, o GBM, en un informe.
Otros advierten que la economía está creciendo por encima de su potencial, con el desempleo en mínimos históricos y un impulso tanto del consumo como de la construcción –principalmente debido al gasto en obras públicas–, lo que a su vez podría conducir a mayores presiones inflacionarias en los próximos años. meses.
El consenso de analistas y del gobierno prevé incluso que este año la economía cerrará con un crecimiento en torno al 3,5%, aunque se espera una desaceleración durante 2024, lo que por ahora podría provocar un nuevo repunte del índice de precios.
“Con la inflación de fin de año agotando los ingresos, la presión sobre el gasto público y una economía sobrecalentada, no es rentable comenzar a bajar la guardia monetaria”, escribió Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, en su informe en la red social X , anteriormente conocido como Twitter. “El mismo peso demuestra sensibilidad”.
* César E. Pérez contribuyó a esta historia.
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