En el Nuevo Mexicano de Lisboa solo sabrás lo que comerás cuando llegues – NiT

Izcalli: En el Nuevo México de Lisboa sólo sabrás lo que comerás cuando llegues

Izcalli ya contaba con una lista de clientes fieles en Alcântara. Tras dos años de cierre se trasladó a la Avenida Infante Santo.

Ivo Tavares, de 39 años, abrió Izcalli en 2018, en Alcântara, con su exmujer. Tres años después de abrir se vio obligado a cerrar el espacio por motivos de salud. El estrés y el ritmo frenético de su vida diaria se volvieron abrumadores y, además, tuvo que ser operado de una hernia. Dos años más tarde, sintió que era hora de darle nueva vida al concepto, pero muchas cosas habían cambiado.

El 11 de julio llevó el proyecto a la Avenida Infante Santo. El espacio anterior era de 13 metros cuadrados, el nuevo de 80. Ya no recibe sólo 6 clientes a la vez: ahora tiene capacidad para 26. Pero en esta fase inicial sólo atiende a 12 en el mostrador, lo que cambiará en los próximos semanas, “incluso si la proximidad a la gente es una ventaja”, le dice a NiT. A pesar de los cambios, la cocina mexicana sigue siendo la misma.

La carrera profesional del empresario comenzó en la gestión de condominios, antes de pasar a la gestión financiera de una empresa constructora. Cuando tenía 26 años decidió hacer un curso de cocina en Lisboa y su carrera tomó un nuevo rumbo.

Realizó prácticas en Londres y España y abrió un restaurante portugués en Taiwán, más precisamente en la ciudad de Taipei. En 2014 viajó a la Ciudad de México, donde ayudó a abrir un negocio de comida local y quedó completamente enganchado.

“Cuando el equipo ya estaba formado quise conocer más sobre la comida de ese país, que hasta entonces desconocía por completo. Es muy divertido porque tiene procesos y técnicas ancestrales, y los sabores son muy intensos”, describe.

Unos meses más tarde regresó a Londres, donde abrió un negocio centrado en el mismo tipo de platos. Cuando regresó a nuestro país, en 2017, se sintió “más que preparado para abrir Izcalli”, subraya. “Yo también quería ser mi propio jefe”, añade en tono de broma.

En la Avenida Infante Santo el foco continúa en “la cocina mexicana y los sabores tradicionales, pero con una mirada ligeramente diferente, gracias a técnicas más contemporáneas”. Aunque el nuevo espacio es más amplio que el anterior, sigue siguiendo una línea “más sobria y con algunos elementos decorativos propios de ese país, como cuadros o máscaras que se trajeron de allí”. Sobre todo es un lugar muy “cómodo”.

En definitiva, lo que desea es que los clientes se sientan como en casa. De hecho, “‘calli’ significa casa en el antiguo idioma azteca”. “Todo fue diseñado para responder a este mismo concepto”, garantiza Ivo, que actualmente dirige el restaurante en solitario.

Como en el original, el menú también cambiará constantemente (cada dos meses, para ser más precisos). Y lo que pruebes seguirá siendo una sorpresa hasta que llegues allí, porque no hay ninguna carta que puedas ver en línea.

“Entramos ahora en el segundo menú. Nuestra base de clientes es, por ahora, muy pequeña, pero a todos les gusta volver y probar cosas diferentes. Queremos que se vuelvan fieles como en Alcântara”, reflexiona el fundador. Consta siempre de cuatro momentos diferentes, con un coste fijo de 50€.

Haz clic en la galería y conoce mejor a Izcalli.


Tercero Antunez

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