S Las elecciones de 2024 representarán un punto de inflexión para la representación política de las mujeres. Por primera vez en la historia del país, dos de los principales candidatos a la Presidencia de la República son mujeres. Asimismo, en los estados se podría lograr la paridad en los gobiernos, mientras que en los congresos federales y locales está prácticamente garantizada. ¿Será suficiente una mayor presencia de mujeres en cargos de elección popular para garantizar su representación política?
Allá representación política Es un término amplio que describe el reconocimiento en el papel de los derechos políticos de las mujeres (representación formal); el porcentaje de mujeres que integran los órganos de decisión (representación descriptiva); en la medida en que los representantes legislen en beneficio de los ciudadanos (representación sostenible) y en la medida en que los votantes vean sus intereses representados por las mujeres que eligen (representación simbólica). Cuando una persona está representada por cada uno de estos sentidos, se puede lograr una representación política plena.
La mera presencia de mujeres en cargos políticos no es sinónimo de representación política integral. Seamos claros, aumentar la presencia de las mujeres en la política no equivale a tener más ojos puestos en las mujeres ni una opinión más favorable sobre su papel en el sector público. Sin embargo, La participación de las mujeres es el punto que lleva el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres del papel a la práctica.
Para incidir en la toma de decisiones, generar políticas públicas y participar en la construcción de instituciones inclusivas, las mujeres deben estar presentes. asimismo, La presencia de mujeres en puestos de liderazgo es crucial porque es un recordatorio tangible de que las mujeres tienen el potencial de transformar la realidad.. El escenario político que enfrenta México nos permitirá comprender cómo la presencia de las mujeres se conecta con niveles más profundos de representación en México.
Las mujeres han recorrido un largo camino para obtener sus derechos políticos. El primer momento clave fue el reconocimiento de su derecho al voto en 1953. Fueron necesarios 26 años para que Griselda Álvarez se convirtiera en la primera mujer en gobernar un estado y otros cuatro años para que México se convirtiera en su primera candidata presidencial. Hoy, 71 años después, las mujeres se están adaptando a su rol en los poderes legislativo y judicial y todo indica que México podría tener su primer Presidente de la República.
Reconociendo la importancia de una mayor representación política, casi un centenar de países de todo el mundo han implementado medidas legales (acción afirmativa) para garantizar que las mujeres compitan en las elecciones y tengan espacios garantizados en el poder. A partir de 1991, prácticamente todos los países latinoamericanos, incluido México, lo adoptaron. cuotas de género para que los partidos políticos postulen un porcentaje mínimo de mujeres para cargos de elección popular.
Antes de las cuotas de género –en 1990–, cámaras legislativas de los 18 países de la región tienen una representación femenina promedio del 9%; para 2023 su presencia media ascenderá al 33%. En México, este porcentaje ha aumentado del 14% en 1996 al 50% en 2023.
El hecho de que las mujeres accedan cada vez más a cargos de alcaldesa en la política es un logro importante en la lucha por la igualdad de género. Pero aún más importantes serán los efectos que la incorporación de diversas perspectivas y experiencias de grupos tradicionalmente no representados puede traer a la democracia y a la representación sostenible de las mujeres.
Publicado en Animal político.
11-03-2024
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