Cables de fuga de la política social

FOTO: PRESIDENCIA/CUARTOSCURO.COM

Recientemente, el Auditorio Superior de la Federación (ASF) auditó algunos programas sociales gestionados por la Secretaría de Bienestar y encontró irregularidades que deben ser atendidas para asegurar el logro de los objetivos de desarrollo social.

Vale recordar que, además del ejercicio de gasto, la Auditoría realiza revisiones de los programas federales para que se desarrollen con base en los principios de eficacia, eficiencia y economía. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó datos de la segunda entrega de informes individuales de la Cuenta Pública 2022, en particular algunas prácticas irregulares que podrían afectar los resultados en materia de desarrollo social.

La política social es una herramienta transformadora para las sociedades; la evidencia indica que las transferencias monetarias, por ejemplo, ayudan a promover la equidad y evitan que la pobreza en las familias más pobres se profundice y se mantenga en el tiempo. Por este motivo, el diseño, implementación y evaluación de programas sociales requiere asegurar el mayor rigor posible.

Gráfico con el número de auditorías realizadas a la Secretaría de Bienestar.

La ASF auditó el programa de inclusión de la discapacidad, por ejemplo, y concluyó que la Secretaría de Bienestar no contaba con una unidad responsable que brindara la experiencia necesaria para atender a los beneficiarios del programa. Asimismo, descubrí que ejecuté el programa sin herramientas para verificar su contribución a los problemas que enfrentan las personas con discapacidad y sus familias. Finalmente, la norma del beneficiario no prevé un registro de invalidez que certifique esta condición, falta información básica y existen discrepancias en los montos pagados.

La ASF también constató que la propia Secretaría no reportó en la Cuenta Pública el monto real ejercido en el Programa de Apoyo al Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, siguiendo las recomendaciones formuladas por el Coneval que influyen en el funcionamiento del programa. La consolidación del estándar de beneficiarios también falla: en 647 expedientes faltaba al menos un documento que permitiera creer que las personas cumplían con los criterios de elegibilidad.

Estos resultados indican que en México existen irregularidades que influyen en el funcionamiento de los programas sociales y, por tanto, limitan sus impactos positivos. Si bien enfrentamos dificultades administrativas y espacios de oportunidad, podemos observar un fenómeno más amplio: si bien los programas sociales tienen muchos precedentes para 2024, estamos abandonando puntos ciegos mientras no se garantiza el uso eficiente de los recursos. todos los programas. ¿De qué sirve tener un programa social de miles de millones de pesos que no tiene una base sólida de beneficiarios?

Además, si consideramos que la Auditoría –debido al tamaño del universo– examina una muestra del gasto público, sólo podemos imaginar el alcance de estas irregularidades si estas irregularidades se repiten en otros programas sociales que aún no han sido auditados. La política social es extremadamente importante y merece atención para que funcione correctamente. Si no, ¿a qué estamos jugando?

Publicado en Animal político.

16-11-2023

Nacho Manjarrez

"Analista. Gamer. Explorador amistoso. Amante de la televisión incurable. Aficionado a Twitter. Erudito de las redes sociales. Geek aficionado a la web. Orgulloso gurú de los zombis".

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *