Ângela Ferreira quedó embarazada de su esposo fallecido en 2019. El caso da la vuelta al mundo

Fue una de las mujeres que apoyó la lucha por la legalización de la inseminación post-mortem en Portugal.

En Portugal, las mujeres que desean tener un hijo con sus cónyuges fallecidos ahora pueden hacerlo utilizando todas las técnicas disponibles. Una de las mujeres que tomó la delantera en la lucha por la legalización de la inseminación post mortem en el país fue Ângela Ferreira, quien anunció el lunes 20 de febrero que estaba embarazada de su esposo fallecido en 2019.

La noticia se difundió rápidamente fuera de Portugal y la historia de éxito se está abriendo camino en todo el mundo. En España, por ejemplo, el diario “La Vanguardia” muestra a la mujer de Oporto como la protagonista que “lideró el movimiento para obtener la legalización de la inseminación post-mortem en Portugal”. En el mismo país, el canal TeleCinco informó sobre el largo viaje de Ángela para quedar embarazada de Hugo Ferreira.

La historia del éxito ya llegó a América: incluso el diario “Clarín”, de Argentina, y radio Extra, de Ecuador, hablaron del ejemplo de Ángela, “una enorme historia de lucha y amor en Portugal”. La noticia también se difundió en República Dominicana, México y Colombia.

El tema de la inseminación post-mortem ingresó a la agenda mediática luego de que Ângela Ferreira, una mujer que deseaba quedar embarazada a través del semen preservado de su esposo, fallecido en 2019, inició una petición al legislador para regular la práctica. La petición fue firmada por más de 100.000 personas.

Ahora, la mujer que luchó por la legalización de la inseminación post mortem en Portugal ya ha conseguido quedar embarazada de su marido, que dejó por escrito que quería que tuviera un hijo con el esperma que él había dejado criopreservado.

“Es con mucha alegría y con el corazón lleno que comparto hoy que dos corazones laten dentro de mí”, anunció Ângela Ferreira, en Instagram.