La llegada del verano, el sol y el calor invitan a dar paseos por la playa, muchos en compañía de amigos de cuatro patas. Sin embargo, no todas las playas están abiertas a los animales durante la temporada de baño (que normalmente va desde principios de junio hasta finales de septiembre, dependiendo de la playa).
Por regla general, los perros no están permitidos en las playas asociadas durante la temporada de baño. En las playas que no estén concedidas y no vigiladas, salvo indicación en contrario del municipio, se permite la permanencia y circulación de ojos obesos.
Sin embargo, desde 2016, las playas del norte y sur del país comenzaron a permitir que las mascotas se acerquen o incluso al mar. Hoy ya son más de un puñado.
La primera playa que permitió la entrada, permanencia y circulación de mascotas fue Praia dos da Areia Norte, en Peniche. Inaugurado en 2016, fue el primero en permitir el libre acceso de perros durante la temporada de baño. La playa dispone de dispensadores de bolsas para la recogida de residuos y señalización. Al año siguiente fue el turno de Praia do Coral, en Viana do Castelo, de permitir que los animales deambularan libremente por la playa.
Unos kilómetros más abajo, en Esposende, en el distrito de Braga, Praia Suave Mar y Praia da Ramalha comenzaron a permitir la entrada y estancia de perros en 2018, como parte del Plan Estratégico Municipal de Bienestar Animal de Esposende. Además de los bebederos, las playas cuentan con un circuito de limpieza con dispositivos para desechos caninos y carteles que recuerdan las normas para el movimiento de mascotas. El Municipio de Esposende, en colaboración con el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Fão, también proporciona una ambulancia exclusiva para ayudar a perros y gatos.
En el área metropolitana de Porto, Praia de Brito en S. Félix da Marinha en Vila Nova de Gaia es la única playa en concesión cachorro amigable. Sin embargo, el 29 de junio de 2020, la Asamblea Municipal de Matosinhos aprobó la creación de una playa pet-friendly cuya ubicación exacta aún se desconoce.
En Praia dos Pescadores, en el municipio de Oeiras, en Praia das Amoreiras, en el municipio de Torres Vedras y en la playa de Furnas-Rio en Odemira, los ojos obesos también son bienvenidos.
Ya se trate de playas concesionadas o libres, hay reglas de civilización que se deben observar para que la estancia de los perros en la playa no convierta en un infierno el tiempo libre de otros bañistas. En las playas asociadas hay reglas específicas que deben respetarse. Los animales deben ir siempre con correa (si son de razas consideradas peligrosas, es obligatorio el uso de bozal y la correa debe tener una longitud máxima de 1 metro). Los propietarios deben ir acompañados de la documentación de identificación del animal y son responsables de la recogida de residuos. No se permite ir a la playa a animales heridos o enfermos, en celo, gestantes o lactantes y camadas durante la lactancia.
El incumplimiento de estas normas y la presencia de perros en las playas colaboradoras para animales puede acarrear sanciones de hasta 2500 euros. La Policía Marítima es el organismo encargado del control de las playas en concesión. El cumplimiento de las normas de seguridad e higiene es de obligado cumplimiento tanto en las playas adheridas como en el resto.
Y como toda regla tiene una excepción, los perros de asistencia pueden ir a cualquier playa sin restricciones. Los perros de asistencia son perros guía que ayudan a personas con discapacidad visual, perros entrenados para ayudar a personas con problemas auditivos y perros guía que ayudan a personas con discapacidad mental o motora.
Actualmente, entre playas asociadas que permiten la entrada de animales y playas que no lo permiten, ya es posible llevar mascotas a unas 90 playas de Portugal continental.
Texto de Ana Fernández
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