La oposición mexicana, que en los últimos años no ha dejado de perder peso político y sigue sin claridad, está en marcha y su rostro es el de Xóchitl Gálvez.
“Hoy hay oposición”, afirmó. el ingeniero y senador de 60 años para protagonizar este regreso el domingo, cuando recibió su constancia como candidata presidencial de la gran coalición opositora, formada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el conservador Acción Nacional (PAN) y el históricamente izquierdista PRD con la vista puesta en las elecciones de junio. elecciones 2024.
El partido oficialista Morena no ha dejado de avanzar desde que Andrés Manuel López Obrador llegó al poder en 2018. Ahora controla el Congreso y el gobierno de 22 de los 32 estados del país.
Por ello, Gálvez recordó que hace apenas unos meses “la cuestión no era ni siquiera la victoria, sino cuántos puntos nos quedaban por perder”, ahora dijo que la “vuelta al pesimismo” y “de repente la esperanza ha cambiado”.
“Aquí está la oposición”, flanqueada por los líderes de los partidos de la coalición y por figuras muy simbólicas de la sociedad civil, como Ceci Flores, la madre que lidera uno de los muchos colectivos de búsqueda de las más de 110.000 personas desaparecidas en México.
“Yo Xóchitl Gálvez, de origen indígena, de Tepatepec, Hidalgo (Centro de México) acepta con mucho orgullo el honor de culminar los esfuerzos del Frente Amplio por México”, dijo.
Y esta aspiración es llegar a la presidencia incluso si el partido oficial, al que el presidente anunciará que representará en las reuniones, emerge como el gran favorito.
Gálvez, una mujer de origen humilde que se convirtió en empresaria y que ocupó varios cargos públicos antes de llegar al Senado, ha aportado un aire fresco a la política mexicana en los últimos meses con su manera desenfadada de expresarse pero su objetivo no será fácil. Además de estar en el centro de las críticas al presidente López Obrador, tendrá que liderar una coalición formada por partidos de muy diferentes orígenes unidos únicamente por su oposición a Morena.
El domingo dedicó su discurso a pedir apoyo a todos los sectores más estigmatizados del poder, apelando a su independencia política -aunque cuenta con el apoyo del PAN y no pertenece formalmente a ese partido- y con frases que, paradójicamente, hacen Es inevitable recordar algunos utilizados por el actual mandatario cuando estuvo en campaña electoral.
“Abramos las puertas del Palacio Nacional”, digo, “se cerrará a todos los que no las vean”. Y, según el acuerdo, su regla de oro será: “Ni huevones, ni rateros, ni pendejos”.
Hizo llamados a los indígenas, a las mujeres “porque soy de los ustedes (y) que defienden como mi madre su vida y su integridad”, a la clase mediática, a los académicos y también a los sectores que en el han sido criticados, incluso atacados, como los ecologistas y los periodistas, cuyo trabajo -me refiero a estos últimos- “es fundamental para la democracia”.
“Quiero un México libre del miedo que provoca la delincuencia”, declaró.
Como un ingeniero que insiste en que los problemas no se organizan con ideologías sino con soluciones y escucha más que habla. “Si va bien lo dejaremos, si puede ir mejor mejoraremos y si no funciona lo cambiaremos”.
el Se espera anuncio oficial El 6 de septiembre se conocerá el nombre de quién desafiará a Gálvez luego de completar una serie de pruebas. De confirmarse las investigaciones de la prensa mexicana, el favorito es el exlíder del gobierno de Ciudad de México claudia sheinbaumlo que podría significar que por primera vez las principales contendientes a la presidencia de México hayan sido mujeres.
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