Cuando te encuentras en una situación difícil y sueñas con un futuro mejor, todo parece imposible. Es difícil seguir adelante sin la certeza de la victoria, pero la única posibilidad es creer en uno mismo y historias como la de la mexicana Elsa Campodónico demuestran que ¡todo es posible en esta vida!

Elsa proviene de orígenes humildes y ha tenido que trabajar desde pequeña. En su infancia y juventud desempeñó diversos trabajos, como vender maíz en la calle y empacar en un supermercado. La mujer siempre se ha sentido orgullosa de su trabajo digno y honorable.

Con muchas dificultades, la situación económica de la mexicana mejoró y logró estudiar y graduarse como ingeniera civil. Así comienza el punto de inflexión en la vida de Elsa.

Después de conseguir trabajo como asistente de vuelo, viajó a diferentes lugares y visitó diferentes continentes. Pero eso todavía no fue suficiente.

Elsa soñaba con ser piloto de avión, un sector que todavía resulta difícil para las mujeres porque está dominado por los hombres. Para hacer realidad su sueño, dejó su trabajo estable como asistente de vuelo y volvió a la escuela. Fue una de las tres mujeres que se capacitaron para volar en una escuela de aviación comercial en el Estado de México.

Ya nada pudo detener a esta mujer y obtuvo todas las certificaciones para convertirse en piloto comercial. Actualmente Elsa trabaja en una gran aerolínea donde desempeña su profesión con mucha alegría pero también con gran responsabilidad.

Cuando le preguntan qué piensa su familia de su profesión, responde con una sonrisa “mi hijo me admira y llevé a mis padres a viajar a otros países”. Valió la pena.

“Aún en circunstancias adversas los objetivos se pueden alcanzar”
Terminó el piloto.

Por: Redação reflexionar

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