El Positive Economy Institute acaba de publicar su “índice de positividad” de las naciones. Francia ocupa el puesto 16, muy por detrás del trío de cabeza ocupado por los países nórdicos. Basado en 38 indicadores, este índice tiene como objetivo fomentar políticas para tener más en cuenta los intereses de las generaciones futuras, integrando así lo social o el medio ambiente.
“Los últimos acontecimientos demuestran nuestra gran vulnerabilidad y la urgencia de cambiar nuestros modelos”, advierte Clarisse Macé, jefa de medición del Instituto de Economía Positiva. Con este fin, el instituto publica la 9ª edición de su “índice positivo”. Este indicador va más allá del PIB y el crecimiento para apreciar el progreso de una nación con el fin de poder comparar países y sus políticas públicas Se calcula a partir de 38 datos públicos que cubren cuatro áreas: la economía, el medio ambiente, los problemas sociales y la gobernanza.
El comité científico, integrado por investigadores que trabajan para instituciones reconocidas, hace uso de un “metodologia muy robusta“, según Clarisse Macé. Así sitúa a Francia en el puesto 16Y lugar en el ranking de “la positividad de los países de la OCDE”. Como era de esperar, Francia es superada por los países nórdicos con Suecia a la cabeza, seguida de Noruega, Dinamarca, Alemania, Finlandia y luego Nueva Zelanda. Por el contrario, México, Israel y Colombia están al final del grupo. Los países del nortese destacan en particular en las áreas de gobernanza y medio ambiente“, señala el informe.
Corrupción, libertad de prensa…
“Uno de los objetivos del índice es evaluar y compartir las mejores prácticas en los países de la OCDE“, subraya Clarisse Macé. El informe subraya el carácter ejemplar de los países escandinavos en el criterio de gobernabilidad por un fuerte apego a los principios de democracia y solidaridad”.Constantemente encabezan el Índice de Democracia publicado por The Economist, el Índice de Percepción de la Corrupción publicado por la ONG Transparencia Internacional y el Índice de Libertad de Prensa publicado por Reporteros sin Fronteras.“, detalla el informe.
Sin embargo, el instituto destaca que los países nórdicos dedican el 0,75% de su renta nacional bruta a la ayuda oficial al desarrollo, lo que supone el doble de la media de la OCDE. “No es casualidad que los dos países más avanzados en términos de felicidad de los ciudadanos (Finlandia y Nueva Zelanda) sean los únicos que han puesto la economía de la vida en el centro de sus prioridades.“, insiste Jacques Attali, presidente del consejo de supervisión del instituto de economía positiva.
El informe identifica “márgenes de progreso“por Francia
En el aspecto medioambiental, el informe explica los buenos resultados de los países nórdicos a través de las primeras políticas públicas con un “objetivo de neutralidad de carbono mencionado en 2008 en Noruega y 2009 en Suecia o un impuesto al carbono introducido en la década de 1990“También señala que las energías renovables representan el 52% de su producción de energía y sus emisiones de gases de efecto invernadero son en promedio un 35% más bajas que las de la OCDE. La contaminación del aire, un factor de riesgo importante para la salud, está muy por debajo del promedio de la OCDE.
Por su parte, Francia obtuvo una puntuación del 51,5%, superior a la media de los países de la OCDE pero con “márgenes de mejoradice el informe, especialmente en el campo de la educación.Francia se caracteriza en particular por un número de alumnos por profesor superior a la media de la OCDE y por una menor integración de los jóvenes en comparación con el resto de la OCDE. Además, el sistema educativo francés tiene una mayor tendencia a reproducir las desigualdades que la media de la OCDE.“, Indica el estudio.
Por lo tanto, los autores del informe esperan que el índice se convierta en una referencia en la construcción de políticas públicas. “El índice de positividad de las naciones, desarrollado desde hace más de diez años por el Instituto de Economía Positiva en colaboración con la OCDE, fue concebido para analizar la capacidad de los actores públicos para tener en cuenta el largo plazo en todos los niveles de la acción pública“, argumenta Jacques Attali. Pide un”transformación profunda de nuestras sociedades” así que eso “la economía de la vida suplanta a la economía de la muerte“.
Matilde Golla @Mathgolla
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