Una mujer de 99 años pidió a sus familiares que colocaran una estatua en forma de pene en su tumba en México cuando muriera. La historia del monumento, inaugurado el sábado pasado (23), ganó popularidad en las redes sociales. La información es de Vice.

En un principio, los familiares de Catarina Orduña Pérez, conocida entre los habitantes del pueblito de Misantla, pensaron que se trataba de una broma, pero poco antes de su muerte, la mujer aclaró que ese deseo era real.

“Me dijo que era su deseo, que nadie la olvidara y que todo lo que amábamos de ella se recordara más fácilmente”, dijo el sobrino de Catarina, Álvaro Mota Limón, en entrevista con el sitio estadounidense.

La mujer falleció en enero de 2021. Desde entonces, los familiares se han reunido para hacer realidad el pedido.

Se contactaron con Isidro Lavoingnet, un ingeniero conocido en la región por construir objetos plásticos como cisternas y juguetes para niños.

Al principio también pensó que la solicitud era una broma. “Este tipo de escultura no es común, mucho menos cuando se hace en memoria de alguien que ha muerto”, dijo. Sin embargo, al poco tiempo aceptó la misión.

Con la ayuda de más de 10 personas -entre ellas un escultor y un carpintero- Isidro completó la obra, que mide 1,6 metros y pesa casi 300 kilos, en aproximadamente un mes. Lo más complicado de la construcción, según los familiares de Catarina, fueron los testículos, que tuvieron que ser reconstruidos desde cero después de haberse “deformado” en el primer intento.

La inauguración del monumento se llevó a cabo en un ambiente festivo, con amigos y familiares de Catarina alrededor de la tumba y también con la presencia de una banda musical.

De acuerdo con el nieto de Catarina, la abuela dijo que la solicitud era para “romper los paradigmas de los mexicanos, que a veces ocultan cosas porque no tienen la mente abierta”.

Tras la inauguración de la obra y la popularidad de las imágenes, muchos buscaron los servicios del constructor. Otros, sin embargo, desaprobaron la idea.

“De 10 personas, creo que siete ven positivamente la estatua. Si no la ven positivamente, al menos respetan sus deseos. Hay otros, sin embargo, que con sus valores conservadores se cierran a la situación, ” dijo el sobrino de Catarina.

Según él, la familia discutió la posibilidad de criticar la estatua, pero aun así decidieron cumplir el último deseo en la vida de la anciana.