curitiba – El médico y misionero mexicano Salvador Thomassiny, de 79 años, estaba haciendo una conexión en el Aeropuerto Internacional Afonso Pena, en São José dos Pinhais (PR), cuando sufrió un paro cardíaco. Por suerte, el puesto contaba con todo el aparato necesario y la ayuda llegó rápidamente. Sin embargo, tardó unos 40 minutos en llegar al hospital, en Curitiba, donde se sometió a un cateterismo para liberar las arterias. Normalmente, el tiempo promedio de resistencia humana al paro cardíaco es de 10 minutos.
“Hubo tres paros cardíacos en el mismo día. El primero en el aeropuerto. Cuando llegó aquí al hospital, le hicieron una angioplastia y tuvo otros dos paros cardíacos de unos 15 minutos cada uno”, cuenta Gustavo Lenci Marques, cardiólogo de los hospitales Universitário Cajuru y São Marcelino Champagnat, que atendió al mexicano. “Cuando ocurre un paro cardíaco, el corazón simplemente deja de funcionar, la circulación sanguínea se corta por completo y, con ella, la necesidad de oxígeno. El cerebro es el primero en sufrir daños, lo que hace que el paciente pierda el conocimiento y deje de respirar. Una parada de más de cinco minutos puede provocar daños neurológicos irreversibles. Las estimaciones de supervivencia en casos como el suyo, que llamamos muerte súbita abortada, son inferiores al 10 por ciento”, explica el médico.
Ocho días en coma
El misionero estuvo internado cerca de dos meses en la unidad de cuidados intensivos del Hospital São Marcelino Champagnat, con ocho días en coma. Padecía insuficiencia de órganos como riñón e hígado, se sometió a hemodiálisis y, pese a ello, salió del hospital sin secuelas. “Soy médico, pero confieso que no he cuidado mi salud como debería. No recuerdo nada de lo que ha pasado desde que abordé Argentina, solo me desperté con mucha sed. Pero cuando los profesionales me han contado todo lo que he pasado, sé que dejar el hospital como está, sin problemas físicos ni neurológicos, es un milagro”, dice Salvador.
Más de 46 personas mueren cada hora en Brasil por problemas cardíacos y las perspectivas para los próximos años no son buenas. Según la Sociedad Brasileña de Cardiología, se espera que este número sea un 250% mayor para 2040.
No hay secretos para reducir el riesgo de problemas cardíacos y pasa por la actividad física regular, una dieta equilibrada, cuidar el exceso de grasa corporal (especialmente en la cintura), controlar el colesterol, no fumar y cuidar enfermedades como la hipertensión arterial. y diabetes .
Con consultivo
Ventas Wagner – Editor de contenido
“Jugador. Organizador. Devoto ninja de la cerveza. Experto certificado en las redes sociales. Introvertido. Explorador”.