Migrantes venezolanos obstruyen la frontera entre Estados Unidos y México

El cruce masivo de personas comenzó el 10 de septiembre, cuando entró en vigencia en Estados Unidos la prórroga del Estatuto de Protección Temporal (TPS) para los migrantes venezolanos, que los protege de la deportación y les permite obtener permisos de trabajo.

Los migrantes que pasan por Ciudad Juárez en El Paso, Texas, esperan la ayuda de los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., quienes han establecido un centro de procesamiento improvisado cerca del Puente Internacional de Santa Fe.

Con esta afluencia masiva de personas, las asociaciones locales temen una nueva crisis humanitaria en Ciudad Juárez.

“Vengo con 26 miembros de mi familia, estamos divididos, ya están llegando algunos a Ciudad Juárez. Estamos buscando una mejor oportunidad económica y de salud. Para mi venezuela es el pais mas bonito, pero la situacion economica que tenemos con el presidente [Nicolás Maduro] es difícil”, dijo Norma Elizaria a la agencia de noticias EFE.

Ante el hacinamiento de los albergues, algunas personas de la zona de Pasta han instalado tiendas de campaña y baños móviles fuera de la estación de autobuses.

Decenas de inmigrantes indocumentados duermen en un campamento improvisado creado por las autoridades a lo largo de la carretera de El Paso.

La comida también es un desafío para los migrantes, ya que las autoridades estadounidenses solo les dan agua, con personas que viajan a Ciudad Juárez para comprar alimentos y regresar a El Paso.

La situación en la frontera ha empeorado desde que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU. anunció la semana pasada que extenderá la vigencia de los permisos TPS a los venezolanos.

Andy Rojas salió de Venezuela hace 30 días y ahora espera una oportunidad tras su paso por México, donde asegura haber sido maltratado por las autoridades migratorias.

“Vengo con un colega y quiero poder trabajar en Estados Unidos. En México mucha gente ha sido extorsionada”, dijo.

Fernando García, director y fundador de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, advirtió que “está claro” que hay una “crisis”, porque no hay “infraestructura para acoger a los migrantes”, pero pidió no verlo como un problema de inseguridad. .

“El Paso es una de las ciudades más seguras de Estados Unidos, el problema es que cuando decimos que la migración es un tema de seguridad pública, inmediatamente los calificamos como delincuentes que vienen a hacer daño”, dijo García a Efe.

El padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, explicó, sin embargo, que “los venezolanos tienen permisos migratorios para entrar libremente a México por siete o hasta diez días”.

“Hasta ahora, salvo que no tenemos gente de ese país, son de otras nacionalidades, incluyendo mexicanos, así como hondureños, salvadoreños y guatemaltecos”, dijo.

La situación actual refleja el flujo migratorio récord hacia Estados Unidos que vive la región.

JLG // San Francisco

Por Noticias Impala / Lusa


Nacho Manjarrez

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