Dentro de su gastronomía, también es posible distinguir una variante que destaca por derecho propio. Esta es la tradición culinaria de Yucatán, definida en la época colonial por una fusión de la cocina maya y las comidas favoritas de los españoles que llegaron a la región.
Los sabores que se derivan de esta combinación están relacionados con el maíz, componente fundamental de los platos mexicanos. El cereal se consume en abundancia junto con otros ingredientes característicos como pimientos, frijoles y calabazas. Todos proceden de hortalizas domesticadas de la antigua cultura que dominó la península.
Otro elemento distintivo de esta tradición son los “antojitos”, un tipo de comida callejera acompañada de salsa picante, llamada localmente “chiles”. De estas últimas, las variedades secas, como los guajillos, se encuentran entre las más populares del país.
También son dignos de mención los “esquites”. En resumen, son una especie de “antojito” elaborado con granos de maíz cocidos con sal y epazote, una preciosa hierba aromática que le da un sabor excepcional y es beneficiosa para la digestión.
Dónde degustar platos típicos mexicanos
Aquellos que esperan descubrir la cultura mexicana a través de sus sabores tienen opciones de primer nivel entre las alternativas gastronómicas de la Riviera Maya. Entre ellos se encuentra Cueva Siete, un restaurante dedicado exclusivamente al placer de los platos tradicionales de la zona.
Ubicada dentro del ÚNICO 20 ° 87 ° Hotel Riviera Maya, Cueva Siete trabaja con maíz, frijoles y pimientos, es decir, los ingredientes característicos de la región. Recientemente, el espacio ha sumado el talento de la chef Lula Martín del Campo, quien liderará esta experiencia durante dos años, dentro de un concepto de autores rotativos que prevé esta propuesta.
Cabe destacar la trayectoria de la “Chef Lula”, famosa por sus libros de cocina y un marcado estilo minimalista que busca respetar el medio ambiente y celebrar la herencia culinaria mexicana. Estos objetivos se pueden ver en sus menús, que priorizan los ingredientes locales en una presentación inspirada en la tradición maya y la diversidad cultural del país.
Su proyecto en Cueva Siete, dentro del balneario de la cadena RCD Hoteles, propone degustar platos como el cerdo asado en horno de tierra, con clara herencia yucateca, así como langostinos acompañados de parodias de guajillo, ancho y mulato, que es uno de los típicos antojitos.
Esta experiencia también incluye alternativas con “quelitas”, otra de las marcas registradas de la región. Son hojas, brotes, tallos, brotes e incluso flores que no se cultivan sino que se recolectan porque forman parte de vegetales espontáneos.
Dulces, licores y otras delicias caribeñas.
En la península también se pueden degustar productos típicos como los “mensajes”, que son el resultado de la molienda y posterior mezcla de diversas especias, con el objetivo de dar sabor e identidad a un plato en particular. Uno de los más populares es el “Recado Rojo” o “Recado Rojo”, que se utiliza en la carne para aumentar la acidez.
Además, puedes encontrar una variedad de dulces regionales como mazapán de almendras, empanadas de huevo, zapotitos y alfeñique. La mayoría de estos manjares fueron concebidos en el ámbito religioso, ya que, en la época colonial, el pan se elaboraba únicamente en los conventos, donde se preparaban tortas, pasteles y dulces.
De hecho, las primeras maestras de pastelería fueron las Hermanas de Mérida. Fueron ellos quienes, entre otras tareas, enseñaron a sus alumnos pastelería criolla. Posteriormente, los estudiantes llevaron este arte a sus hogares y luego lo difundieron comercialmente.
Finalmente, en la región, otras opciones destacables pueden ser las diversas bebidas alcohólicas de renombre, como el ron de caña de azúcar, uno de los productos emblemáticos del Caribe. También, licores o mistelas elaborados con verduras, flores, hierbas o frutas de la zona, entre otros ingredientes.
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