La tensión reinaba este jueves en un campamento de migrantes haitianos instalado en la ciudad mexicana de Ciudad Acuña (norte), en la frontera con Estados Unidos, luego del despliegue de un centenar de policías mexicanos, señalaron periodistas de AFP. .
“¿Nos expulsarán?” pregunta un hombre, visiblemente angustiado, después de que se han desplegado las patrullas. “No tengo nada en mi país. ¿Qué van a hacer?”, Pregunta una mujer haitiana, que dice que se llama Sonia, al borde de las lágrimas.
La policía fue desplegada luego del anuncio hecho por el Instituto Nacional de Migración (INM) de que se examinaría la situación de los migrantes para traerlos de regreso a la ciudad donde inicialmente solicitaron asilo.
“Quienes han ingresado (México) y han solicitado asilo deben continuar su trámite ante los órganos donde se presentó la solicitud”, dijo a la prensa Francisco Garduño, enviado especial del INM en Ciudad Acuña.
Esta solicitud debería permitir en última instancia a los migrantes ilegales permanecer legalmente en México y evitar la deportación, en espera de una posible entrada a los Estados Unidos.
La policía llegó al amanecer cerca del parque, donde varios centenares de migrantes fueron conducidos durante casi una semana, señaló la AFP.
Las fuerzas de seguridad mexicanas están estacionadas a lo largo del Río Grande, que es atravesado diariamente por cientos de inmigrantes ilegales que van y vienen de una orilla a otra en un intento por abastecerse de alimentos y medicinas.
Varios vehículos de la Guardia Fronteriza de Estados Unidos eran visibles en el lado estadounidense de la frontera. Incluso un helicóptero sobrevuela constantemente la zona, según reporteros de AFP.
“Hemos venido a coordinar la asistencia a esta población que se encuentra en situación de vulnerabilidad. El respeto a estas personas está garantizado”, aseguró Francisco Garduño.
Funcionarios del INM estuvieron presentes al inicio del despliegue de las fuerzas de seguridad, previo al retiro, según AFP.
Decenas de miles de migrantes, en su mayoría haitianos, se acumulan desde hace varias semanas en las ciudades mexicanas de Tapachula, en la frontera sur con Guatemala, y Ciudad Acuña, en la frontera con Texas.
Huyendo de la pobreza y el caos, buscan llegar a Estados Unidos, muchos de los cuales han pasado por una decena de países como Panamá y Colombia, donde también se concentran en la frontera unos 19.000 migrantes, en su mayoría haitianos.
Cientos de migrantes fueron deportados por vía aérea esta semana a Puerto Príncipe por las autoridades estadounidenses.
México ha asignado a 28,395 soldados para vigilar las fronteras, según el gobierno, que dijo que 147,033 migrantes irregulares habían sido interceptados el miércoles en lo que va de 2021.
Esta nueva ola de migración se desencadenó después de que Washington extendió el Estatus de Protección Temporal (TPS) a todos los haitianos que estaban en los Estados Unidos antes del 29 de julio. La medida provocó que miles de personas se apresuraran hacia la frontera de Estados Unidos.
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