ENTREVISTA. La eminente animadora falleció el pasado fin de semana, días antes de que hablara de Coraje, la última película de su carrera impulsada por sus encuentros, coordinada por su hijo y con la que ganó el premio a Mejor Actriz en el FICG.
El pasado fin de semana se dio a conocer la noticia sobre el fallecimiento a los 83 años de edad de Marta Aura, animadora mexicana con 63 años de profesión en teatro, televisión y cine.
Semanas antes de su delicado fallecimiento, la artesana estuvo disponible en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), con motivo del estreno de una película protagonizada por ella -y coordinada por su hijo, Rubén Rojo Aura- titulada Coraje, que protagonizó en uno de los segmentos contendientes de tal ocasión. En cuanto al apoyo en dicha película, Marta Aura fue consultada por Crónica Escenario, que distribuimos a continuación como un modesto y deferente reconocimiento a su persona ya su profesión creativa.
Audacia resulta ser un proyecto excepcionalmente específico, que se mueve entre los campos de la ficción y la realidad, ya que su trama retoma hechos reales que le sucedieron a la animadora y su familia cercana, como ella, al final, contó. a nosotros. “Esto depende definitivamente de mi propia historia”, describe. “Estaba pasando por una emergencia por la deficiencia de mi vista. Tengo una degeneración en los ojos. En este momento, por ejemplo, veo muy borroso, no veo casi nada. Es más, eso comenzó a ocurrir en ese momento, mientras comenzó la grabación. Además, pasar por esta etapa de mis ojos ha sido muy difícil para mí, pero para cada una de las personas que han pasado por ella. Afortunadamente, tuvimos la opción de hacer esta película con esta falla en la marca que me abrumó, en a pesar de que lo padecí algo menos entonces, en ese momento, ya que, en fin, como enfermedad degenerativa, se va deteriorando”, revela Marta.
En la historia de la película, a pesar de la emergencia provocada por la pérdida constante de la vista, la persona también debe manejar la posibilidad de perder su empleo en una organización de eventos (donde ha trabajado durante mucho tiempo) debido a recortes de gastos. ; y además con el sorprendente regreso de un llamado niño extravagante, que regresa después de bastante tiempo de haberse ido del país. “Mi hijo Simón (Guevara Aura) estuvo en España. Tuvimos una partición sumamente impresionante. Se metió en ese universo de medicamentos, licores, y hubo muy poca correspondencia. Es más, su regreso, correspondiendo a mis ojos, fue problemático. Simón es un animador extraordinario, y yo creía que con todo lo que pasaba y todo eso había perdido un montón de terreno”, remarcó.
Esto además de estar coordinado por uno más de sus hijos, la presencia de su novia en regla Gray Jordana como directora de fotografía, la de su sobrina María Aura en un trabajo opcional y, en todo caso, haber sido filmada en cierta medida en su propio condominio; Hicieron de la película, como sería natural en Marta, un proyecto familiar:
“Imagínese no solo en cuanto al contenido en vista de mis preocupaciones, sino también en cuanto a trabajar con mis dos hijos. Es un proyecto familiar, pero creo que va más allá del problema familiar. Está relacionado con la discusión de los problemas que enfrentan las familias. Así que creo que va más allá de muchas cosas, y siento que al final es excepcionalmente fascinante durante esta etapa de la vida, del mundo, de la división de las familias. Para mí fue una especie de reunión familiar útil. Ojalá todas las familias pudieran tener lo que está pasando que me parece vital”, dijo. En ese sentido, el animador remarcó que en general optaron por hablar de forma directa y obvia sobre estos minutos y desencuentros familiares, que por momentos fueron tranquilizadores: “ Fueron minutos sumamente angustiosos, eso sí, en vista de que eran conflictos que habíamos tenido anteriormente, Rubén de alguna u otra forma se armó con respecto a las cosas que le dijimos (tanto yo como a Simón) y lo que él personalmente he vivido, y lo que conversó con su otro autor individual -César Tejeda-, y pusieron de manifiesto en este texto que para nosotros era de alguna manera el recuerdo de nuestros duros y angustiosos minutos. Hacia el final de algunas escenas, los tres (o cada uno de los cuatro, recordando a mi chica por regla) terminábamos abrazándonos llorando. A raíz de haber contenido toda esa inclinación, hacia el final hubo un abandono. Además, eso fue genial”, reseñó.
Marta Aura recuerda que hubo incluso cuando conversó con el jefe asumiendo que la persona que interpreta en la película debería llevar su nombre o no. Rubén pregunta si me irrita que mi personalidad se llamara Marta. Además, le digo ‘bueno, en realidad no’, con el argumento de que lo sospeché enseguida. De todos modos, después dije: ‘No, asumiendo que soy un artista, estoy constantemente en el lugar de interpretar a otra persona, y este otro individuo es Alma, con numerosas cualidades (o todas) equivalentes a las mías.’ Pero en ese momento hay varias respuestas, independientemente de que hayan sido similares a lo largo de la vida cotidiana, al abordarlas cambian mucho”, certificó.
Uno de los temas centrales de la trama está relacionado con el curso regular de la maduración y lo que eso implica. Al respecto, la animadora repasa un relato que sucedió bastante tiempo atrás. “Un individuo que compuso un libro sobre la vejez me preguntó una vez: ‘¿Qué es lo que más te influye de ser viejo, las arrugas, el cabello plateado, qué?’ y yo dije ‘no, eso no me puede importar menos, ya que eso es apariencia. Lo que me hace diferente es el desmoronamiento’. Para mi situación, este problema me está pasando y eso a partir de ahora no está bajo mi control. Soy un individuo excepcionalmente libre, y tener esta necesidad y requerir una gran cantidad de ayuda, un montón de ayuda, es complicado. para mí”, admitió.
Air también remarcó que este ciclo normal también influye notablemente en los artistas en el campo laboral. “Llega cuando no hay trabajos significativos para las personas más experimentadas. Además, lo más importante para esta situación, las señoras cuando llegan a una edad determinada. Somos la abuela que cose, la abuela que nos atiende, la cuidadora médica… Quiero decir, en este punto podría no haber una historia en ese estado de ánimo de las personas mayores. Además, eso es intenso a la luz del hecho de que las personas siguen viviendo nuestro propio conjunto de experiencias en cualquier etapa de la vida. Eso es un tema vital que igualmente abordamos en la película”, enfatizó.
Por último, habló un poco de su extraordinario amor, que es el teatro: “Soy una animadora que siempre ha tenido afición por hacer teatro. Más que nada, lo que he hecho en la vida es teatro. desde hace más de sesenta años. Actualmente estoy en la Compañía Nacional de Teatro, desde hace mucho tiempo. Para mí es vital, en vista de que bueno, todos los animadores en general soñamos con una organización”, dijo.
“La realidad de estar allí ahora, en lo que a mí respecta, es una euforia extraordinaria, una realización extraordinaria y un orgullo a la vez, de haber logrado lo que me propuse hacer cuando comencé a concentrarme en las Bellas Artes. La realidad de tener la opción de trabajar en un spot y vivir de él porque los animadores (para mi situación, que también es la de muchos), estamos constantemente en la circunstancia de cómo viviremos el mañana. Generalmente expresamos en voz alta’ ¿De qué vives? ¡Ciertamente, una maravilla!’. Es más, hacemos TV, y realmente hacemos radio y hacemos cine y hacemos teatro y hacemos las gestiones necesarias, cuentas con gastos mínimos, todo lo que hay, tener la opción de ayudarnos a nosotros mismos”, dijo. Además, remató: “Pero siempre lo que he escogido es un centro escénico de pensamiento, de reflexión. He hecho una amplia gama de obras de teatro. También he hecho cine, televisión… En cualquier caso, siempre he hecho consideré utilizar mi vocación para reflexionar, pensar, buscar respuestas para ser mejores, para vivir mejor, para abrirnos caminos diferentes”, finalizó.
En la recién cerrada 37 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, Marta Aura se llevó el Premio Mezcal a la Mejor Actriz de Largometraje Mexicano, mientras que la película Coraje también ganó el Premio FIPRESCI para Rubén Rojo Aura.
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