Los perros guía ya llevan más de 700 días en el crucero. Los dueños están agradecidos

Joska, un labrador negro, tiene los ojos de una pareja holandesa ciega y ha sido condecorado por su noble servicio.

Ojos que no ven, aquí es un corazón que siente.

Además de una condición común, existen lazos más fuertes entre Cornelia y Cornelis Marinussen, comenzando por los nombres de esta pareja holandesa, de 52 y 57 años, respectivamente. La fascinación por los cruceros, incluso sin la posibilidad de experimentarlos a primera vista, es otro factor que une a la pareja de ciegos de Róterdam, Países Bajos. Pero no emprenden solos este tipo de aventuras: siempre llevan a Joska, el labrador negro que les ayuda como perro guía desde hace varios años.

Cornelis nació ciego. Cornelia perdió la vista a la edad de 24 años después de que una cirugía clínica por espina bífida saliera mal. Fue juntos que decidieron adoptar un perro guía para poder realizar una serie de actividades que no podrían realizar por sí mismos. Y la importancia de Joska en la vida de la pareja se reveló desde el principio.

“La llamé por su nombre, sin respuesta”, recuerda su esposo, en referencia a un incidente que se remonta a 2014. Cornelis y su esposa se habían embarcado en un crucero a Alaska y, en un momento, se separaron sin darse cuenta. Joska estaba con Cornelia y, ya desesperada, cuando finalmente llamó a su compañero de cuatro patas, el perro reconoció la voz del dueño y reunió a la pareja. No ganaban para el susto, pero Joska supo hacerse cargo de ese gasto.

una vida de servicio

A día de hoy Joska ya tiene una década de vida: más de 3.650 días por cumplir, de los cuales alrededor de 700 gastos a bordo de cruceros. Tanto es así que una de las navieras turísticas favoritas de la pareja de Róterdam, Holland America Line, ha decidido otorgar a este héroe nacional el honor de “marinero de cinco estrellas” y una merecida “medalla de platino”.

Este mes, Joska se presenta para la jubilación. Por lo tanto, la pareja está a punto de perder a un compañero de toda la vida, pero ya se están preparando para adoptar un nuevo perro guía. Todo porque Cornelia ya no visita un monumento de bellezas, como sucedió en México, en 2012, antes de que Joska entrara en la vida de una pareja que no necesita ver para avanzar hacia el horizonte.

Haz clic en la galería y mira las imágenes de la ceremonia dedicada a Joska a bordo de un crucero.

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