Los datos de las fuerzas del orden muestran que el aumento de los homicidios, que ha sido particularmente pronunciado desde junio, no ha escapado a ninguna parte del territorio estadounidense, a pesar de que Luisiana sigue siendo el estado más mortífero. Según el informe del FBI, el 77% de los homicidios en 2020 se cometieron con armas de fuego, frente al 74% en 2019.

Este aumento es el más rápido desde que el FBI comenzó a recopilar datos en la década de 1960 y eleva la tasa total de homicidios a un nivel nunca visto en 25 años. La tasa de homicidios fue incluso mayor en la década de 1980.

Los expertos no tienen explicaciones empaquetadas para el aumento. Algunos los asocian con la pandemia y sus efectos desestabilizadores, mientras que otros atribuyen el aumento a las consecuencias de manifestaciones a gran escala contra la brutalidad policial o el aumento de la venta de armas.

La policía federal aún no ha publicado datos para 2021, pero los datos preliminares de las principales ciudades del país no indican una disminución.

En 2020, hubo 6,5 homicidios por cada 100.000 habitantes en Estados Unidos. En México fueron 35, en Brasil 27 y en Rusia 8, según los últimos datos del Banco Mundial.