Mister Tite ha lamentado en varias ocasiones la ausencia de los partidos de Brasil contra selecciones europeas en el ciclo en marcha de cara al Mundial, que se disputará a finales de año, en Qatar. Y tiene razón el pesar que existe: la falta de comparaciones con equipos del Viejo Continente es la mayor de las últimas siete décadas. Con solo un partido contra ellos desde el Mundial de Rusia, el ciclo actual solo supera la preparación para el Mundial de 1954, es decir, antes de que Brasil fuera campeón por primera vez.
En los años previos a ese Mundial, disputado en Suiza, la selección enfrentó únicamente a rivales sudamericanos, además de un enfrentamiento con México. Ahora solo queda un amistoso contra República Checa, jugado en Praga en marzo de 2019. Brasil ganó 3-1, volcando – Roberto Firmino y Gabriel Jesus, dos veces, han marcado goles para el equipo del técnico Tite.
La falta de partidos con los europeos viene motivada principalmente por la ausencia de fechas. Dos factores terminaron siendo decisivos: la acumulación de partidos seguidos para las eliminatorias sudamericanas, motivada por los aplazamientos por la pandemia, y la creación de la UEFA Nations League, que llenó prácticamente todas las fechas disponibles para los equipos europeos.
Con el final de las Eliminatorias previsto para este mes, el equipo tendrá hasta cinco fechas para disputar los amistosos antes de definir la lista de jugadores que irán a la Copa. Sin embargo, es poco probable que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) pueda llenarlos por completo con enfrentamientos contra europeos. Al menos uno de estos partidos debe ser contra Argentina, ya sea el partido reprogramado por las Eliminatorias, o el Superclásico das Américas, previsto en el contrato con el patrocinador. El otro será contra un equipo asiático.
Pero desde que Brasil aseguró un lugar en la Copa del Mundo de Qatar, el técnico Tite ha reiterado repetidamente la importancia de enfrentar a equipos europeos. Para él, sin estos amistosos, es difícil hacer un paralelismo entre la etapa actual de Brasil en relación a los principales equipos de allí.
“Lo que podemos evaluar (por el momento) es el nivel de las Eliminatorias Europeas y el nivel de las Eliminatorias Sudamericanas”, dijo el técnico en una de sus ruedas de prensa. “Objetivamente no (puede comparar). Podemos responder tal vez, pero no podemos precisarlo, por lo que no se vuelve superficial. No tenemos esta comparación, por lo que existe esta duda”.
ESTADÍSTICAS
Ninguno de los cinco títulos brasileños llegó sin al menos seis enfrentamientos con europeos antes del Mundial. En un pasado no muy lejano, los partidos entre Brasil y oponentes europeos eran comunes. En el ciclo que antecedió al Mundial disputado en el país, en 2014, por ejemplo, hubo 19 partidos. En ese momento, el número de duelos se incrementó por el hecho de que Brasil no jugó en las Eliminatorias, además de ser sede de la Copa Confederaciones 2013.
Antes de eso, sin embargo, viajar a Europa era común. “Nos íbamos de viaje una vez al año, jugábamos cinco partidos en Europa. Me llevaba a Inglaterra, Alemania, Francia, Hungría… Tenías ese contacto, veías cómo era el fútbol, la velocidad, el marcaje, cómo jugaban”. “Falta, este intercambio es bueno. Y es bueno para los dos equipos. Tite lo lamenta con razón”, recordó el técnico de cuarta liga, Carlos Alberto Parreira, en una entrevista reciente en el Estadão.
HISTÓRICO
Tite se hizo con el control de Brasil a mediados de 2016 y, previo al Mundial de Rusia de 2018, también tenía poco margen para enfrentarse a selecciones europeas. Fueron cinco partidos, dos de ellos con el grupo de jugadores convocados para disputar el Mundial.
La falta de enfrentamientos también arroja luz sobre otro dato poco prometedor. Ninguno de los cinco títulos de Brasil en la historia ha llegado sin al menos seis peleas contra europeos antes de la disputa.
El primer triunfo, en Suecia en 1958, por ejemplo, estuvo precedido por 14 partidos contra selecciones europeas. Para el Mundial de Chile de 1962 hubo seis partidos. Brasil llegó a la Copa de México de 1970 con 11 duelos ante europeos en su equipaje. En 1994, al Mundial de Estados Unidos, la tetra, con Carlos Alberto Parreira como entrenador, llegaba con 15 partidos. Finalmente, 14 partidos contra equipos europeos prepararon a Brasil para la Copa del Mundo de 2002 en Corea del Sur y Japón.
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