La inflación en Brasil y México se aceleró más allá de las expectativas a principios de octubre, cuando los crecientes precios de bienes volátiles como la energía y los alimentos complicaron las perspectivas de la política monetaria en las economías más grandes de América Latina.

Los datos oficiales publicados este jueves (24) mostraron que los precios al consumo en Brasil aumentaron un 4,47% respecto al año anterior, más que la mediana estimación del 4,43% de los economistas encuestados por Bloomberg.

Durante el mismo período, la inflación anual de México aumentó al 4,69%.

Un aumento del 5,29% en las facturas de electricidad residencial y un aumento del 0,87% en alimentos y bebidas alimentaron la inflación en Brasil en las dos primeras semanas de octubre. En México, los costos de energía aumentaron 2.25% durante el período, mientras que los costos de frutas y verduras aumentaron 1.94%.

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Estrategias para llegar a la meta.

Las autoridades de ambos países han tenido dificultades para llevar la inflación a su objetivo del 3%. Sin embargo, el banco central de México está recortando su tasa de interés de referencia a medida que los precios subyacentes -que excluyen los artículos volátiles- han aumentado a un ritmo más lento.

Las autoridades brasileñas están avanzando en la dirección opuesta, endureciendo la política monetaria en un contexto de una economía resiliente, un mayor gasto público y un empeoramiento de las expectativas de inflación.

“La sorpresa positiva en la inflación de los bonos brasileños también estuvo acompañada de un empeoramiento de los componentes básicos y de servicios, lo que confirma las preocupaciones sobre la inflación”.

Dan Pan, economista de Standard Chartered Bank

En medio de la peor sequía registrada en Brasil, los reguladores han aumentado los precios de la energía para compensar los bajos niveles de agua en las plantas hidroeléctricas, que proporcionan alrededor de dos tercios de la electricidad del país.

El Banco Central de Brasil ya está ajustando la política monetaria para enfriar la demanda y contener las presiones inflacionarias. La tasa Selic está en 10,75% después de haber aumentado un cuarto de punto porcentual el mes pasado. Y hay quien ya vaticina que podría superar el 13% el año que viene.

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