Se produjo un incendio en el ala donde se hospedaban los migrantes irregulares | Foto: HERIKA MARTÍNEZ / AFP
Al menos 39 personas murieron y 29 resultaron heridas en un incendio en un centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez en México, en la frontera con Estados Unidos, dijo el martes (28) el gobierno mexicano, que atribuyó el incendio a personas que protestaban por su deportación. .
El incendio se desató la noche del lunes (27) en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) en esta ciudad del estado de Chihuahua, cuando 68 hombres fueron detenidos allí. Todos eran mayores de edad y de Centro y Sudamérica.
“Esto tuvo que ver con una protesta que iniciaron, iniciaron, suponemos, cuando se enteraron que los iban a deportar, se movilizaron”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia de prensa diaria.
“Como protesta, pusieron colchonetas frente a la puerta del albergue y le prendieron fuego. No tenían idea de que eso iba a causar esta terrible desgracia”, agregó López Obrador al lamentar la tragedia y confirmar la cifra de muertos. El incendio se desató en la zona donde se alojaban los inmigrantes ilegales.
El canciller guatemalteco, Mario Búcaro, dijo que 28 de los muertos eran ciudadanos de su país. Citando al INM, la Fiscalía General de México informó que los “migrantes identificados” son 28 guatemaltecos, 13 hondureños, 12 venezolanos, 12 salvadoreños, un colombiano y un ecuatoriano, sin distinción entre muertos y heridos. Algunos de los heridos se encuentran en estado grave y han sido trasladados a cuatro hospitales.
“Hemos establecido comunicación y coordinación con las autoridades consulares de varios países para implementar acciones que permitan la plena identificación de los migrantes fallecidos”, agregó el INM. “El INM repudia con vehemencia los hechos que llevaron a esta tragedia”, agrega.
Un corresponsal de AFP vio a los equipos de emergencia retirar los cuerpos de la escena y llevarlos al estacionamiento del centro de migrantes, antes de que los médicos forenses se los llevaran.
“No decir nada”
Viangly, una venezolana, gritaba desesperadamente afuera del centro de migrantes. Su esposo, de 27 años, fue llevado allí luego de ser detenido, a pesar de que, según la joven, tenía documentos que autorizaban su permanencia en México.
Ella sabe que su esposo está entre las víctimas del incendio, pero no tiene información sobre su estado de salud. “Se lo llevaron en una ambulancia. Ellos (los oficiales de inmigración) no dicen nada. Un familiar puede morir y no dicen ‘está muerto'”.
La tragedia en el centro de migrantes, cerca de la frontera, provocó la movilización de bomberos y decenas de ambulancias. Varios migrantes fueron trasladados a este centro migratorio en los últimos días luego de que las autoridades locales retiraran de las calles a los vendedores ambulantes, muchos de ellos extranjeros.
“Lo que pasó en las calles no tiene nada que ver con lo que pasó aquí”, dijo a periodistas el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, y negó que las autoridades hayan puesto en marcha un operativo antes de la tragedia. El lugar de la tragedia sigue siendo atendido por soldados y guardias nacionales.
Ciudad Juárez, cerca de El Paso, Texas, es una de las ciudades fronterizas donde quedan atrapados muchos de los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos para buscar asilo.
Cansados de esperar, cientos de ellos, la mayoría venezolanos, intentaron cruzar el puente internacional el 13 de marzo, pero los guardias estadounidenses los detuvieron.
Un informe reciente de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informa que, desde 2014, unos 4.400 migrantes han muerto o desaparecido a lo largo de los 3.180 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, endureció la política de inmigración y obligó a los migrantes de Ucrania, Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití a solicitar asilo desde países de tránsito o mediante consultas en línea.
Las medidas se anunciaron después de que el presidente demócrata fuera acusado por la oposición republicana de perder el control de la frontera, con más de 4,5 millones de indocumentados interceptados en la región desde que asumió el cargo. (Hérika MARTÍNEZ/AFP)
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