En 12 días, el grupo viajó aproximadamente 350 km desde su comunidad de origen en San Sebastián Teponahuaxtlán, Jalisco, hasta la Ciudad de México. Quieren una reunión con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

La comunidad indígena exige que la justicia mexicana ejecute una sentencia favorable obtenida hace más de una década para recuperar un área de unas 10.000 hectáreas, que hoy es ocupada y explotada por ganaderos.

“Muchos de nuestros líderes y de nuestra comunidad han muerto, han pasado generaciones y generaciones y el problema sigue. Por eso la comunidad ha decidido emprender esta marcha”, dijo Óscar Hernández Hernández, presidente comisionado de bienes municipales de San Sebastián Teponahuaxltlán.

Vestidos con sus ropas típicas, los integrantes de la marcha son acompañados por personal de seguridad, especialmente en las regiones fronterizas entre los estados de Zacatecas y Jalisco, debido a la creciente presencia del crimen organizado en la región.

“Es cansador, pero no nos desanimemos, de verdad, cada vez tenemos más coraje, la gente tiene esa idea de que tenemos que llegar a Palacio Nacional. [sede do Executivo]“, aseguró Hernández mientras caminaba por la región metropolitana de Guadalajara.

La lucha por las tierras sagradas para la comunidad Wixárika se remonta a 1953. Los pueblos indígenas cuentan con 12 sentencias judiciales a su favor para recuperar su territorio, sin embargo, el gobierno mexicano no ha llegado a acuerdos económicos con los ganaderos que siguen ocupando el territorio.

“Nuestra tierra es sagrada, porque es nuestra madre tierra y la veneramos, la honramos, se la ofrecemos a nuestra madre tierra, por eso es sagrada para nosotros”, agregó Hernández.