Las delegaciones del gobierno de Colombia y de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) decidieron este jueves (25) prorrogar la tercera ronda de la mesa de diálogo hasta el 8 de junio. En un principio estaba previsto que este ciclo de Diálogos de Paz, que tendría lugar en La Habana, capital de Cuba, tuviera una duración aproximada de un mes, con la finalización prevista para el 1 del próximo mes.

En una nota, las partes afirman que las negociaciones “van adelante positivamente” y justifican la ampliación del plazo al mencionar “la importancia de los temas de la agenda que se está desarrollando, [como] la participación de la sociedad en el proceso de construcción de la paz, en el cese al fuego y en las acciones y dinámicas humanitarias”.

Esta ronda de conversaciones se desarrolla en Cuba, uno de los garantes del proceso, desde el 2 de mayo. Previamente, las partes ya habían visitado Venezuela en noviembre de 2022 y México en marzo de este año.

No era la primera vez que se cambiaba la línea de tiempo de la tercera ronda de diálogos. En mayo, el ELN pidió una “pausa” en las conversaciones, argumentando que era necesario aclarar declaraciones del presidente colombiano, Gustavo Petro, en las que supuestamente cuestionaba el carácter político de la insurgencia guerrillera.

Según información publicada por la agencia Efe, en una reunión entre Petro y altos mandos de las Fuerzas Armadas de Colombia, el presidente cuestionó el liderazgo de los mandos del ELN que participan en las negociaciones de paz y afirmó que el principal objetivo de la guerrilla sería “economías ilícitas”.

En esa oportunidad, el jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, pidió aclaraciones sobre las declaraciones de Petro como condición para continuar con las negociaciones.

“Si la mesa de negociación dice una cosa y el presidente dice otra, estamos en el medio y lo que estamos pidiendo es una explicación”, argumentó el representante guerrillero.

Días después, en un comunicado conjunto difundido el 17 de mayo, las delegaciones anunciaron la reanudación de las negociaciones y que habían tomado esta decisión “tras un primer intercambio de aclaraciones” que culminó con la reafirmación del “carácter político” de las conversaciones. y la calificación del ELN “como organización rebelde armada”.

¿Qué se ha conseguido hasta ahora?

Si bien el resultado final de esta tercera ronda de negociaciones solo se anunciará después del 8 de junio, las partes han logrado avances en algunos de los objetivos acordados hasta el momento.

Este martes (23), las delegaciones informaron que “el cese al fuego que se acuerde tendría un sólido mecanismo de verificación, apoyado por la Iglesia Católica y la comunidad internacional, e incluiría la participación de las comunidades en el ejercicio de monitoreo”.

En cuanto a la integración de la sociedad en la mesa de diálogo, las partes “subrayaron la necesidad de garantizar la protección del ciudadano, para que exista una participación efectiva que dé cuenta del clamor de las comunidades en términos de transformaciones democráticas de los ámbitos económico, social y cultural”. procesos».

La integración de comunidades en territorios afectados por el conflicto armado ha sido uno de los principales pedidos del ELN. La guerrilla ha sostenido en varias ocasiones que “no habrá solución al conflicto sin la participación de la sociedad”.

Otro pedido importante del grupo -que, según ellos, lo diferencia de los acuerdos de paz firmados con las ex-FARC- es el pedido de cambios en las estructuras económicas de Colombia. El punto 1 del acuerdo de paz plantea la necesidad de avanzar en una reforma rural integral, que otorgaría la propiedad de 7 millones de hectáreas y entregaría 3 millones de hectáreas a campesinos sin tierra en Colombia. Este punto, sin embargo, ha sido resistido por los terratenientes colombianos, que se niegan a vender la tierra al estado.

* Colaboró ​​con Lucas Estanislau, en Caracas (Venezuela)

Montaje: Thales Schmidt