El sitio arqueológico está ubicado en el norte del país, según el instituto.
El científico afirma que la deformación intencionada pudo haber matado a los nativos.
Un cementerio de unos mil años de antigüedad ha sido encontrado cerca de la ciudad de Onavas, en el norte de México, según información publicada la semana pasada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia del país. Allí fueron enterradas 25 personas, 13 de ellas con deformidades del cráneo.
Cinco de los cadáveres presentaban además mutilaciones dentales. Este tipo de intervención nunca se había visto en esta región mexicana. Sólo uno de los esqueletos recuperados era el de una mujer.
Los arqueólogos responsables del hallazgo resaltaron que el sitio tiene características únicas ya que mezcla elementos de diferentes culturas del norte del país. Cristina García, de la Universidad Estatal de Arizona, en Estados Unidos, responsable de la exploración del sitio, explicó que la deformación del cráneo era una práctica de los pueblos mesoamericanos para diferenciar ciertos grupos de personas en la sociedad.
De los 25 cadáveres analizados, 17 eran menores de edad -con edades comprendidas entre 5 meses y 16 años-. Ocho son adultos. Cristina García dijo que el hecho de que hubiera niños podría ser señal de que murieron precisamente por la práctica de la deformación craneal, que les habría aplastado demasiado la cabeza. Esta deducción podría hacerse, según el investigador, porque los análisis realizados por los arqueólogos no encontraron ningún otro motivo, como alguna enfermedad, para su muerte.
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