En México a los fanáticos no les importan las multas de la FIFA. Por quinta vez, el organismo rector del fútbol mundial sancionó a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) por cánticos homofóbicos entonados por sus aficionados durante los dos últimos partidos de la selección mexicana. Esta vez la Federación pagará hasta 400.000 pesos (66.000 reales) y hay otro juicio en marcha.
El grito de “¡Eh, muchacho!” (adaptado como “bicha” en Brasil) ya se ha exportado a las gradas de otros países, cuando el portero bloquea el balón o realiza un despeje. La selección mexicana jugó el 11 de noviembre contra Estados Unidos en el Estadio Mapfre, de Columbus, Ohio, y cuatro días después contra Panamá, en el Estadio Rommel Fernández, de la capital panameña. En ambos partidos, los aficionados mexicanos cantaron el himno con tono despectivo. Otros países ya castigados por el mismo motivo son Argentina, Colombia, Grecia y Honduras. A Chile se le ha prohibido el uso del Estadio Nacional durante dos partidos, lo que significa que tendrá que regresar a casa para los enfrentamientos contra Paraguay y Ecuador.
Hasta el momento la FMF tuvo que pagar hasta dos millones de pesos (330 mil reales) por la actitud de sus hinchas. La FIFA considera que este cántico es un comportamiento antideportivo y discriminatorio. Las advertencias del organismo internacional son claras: si no se pone fin a esta situación, la selección mexicana podría perder puntos en las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018.
En México, los defensores del término “puto” argumentan que tiene muchos significados y que no resulta ofensivo, al ser jerga mexicana, aunque sí es una forma despectiva de referirse a los homosexuales.
En el campeonato mexicano el coro sigue presente en todos los estadios. También se escuchó durante un partido de fútbol americano de la NFL jugado en la Ciudad de México en noviembre. En aquella ocasión el estadio Azteca gritó “¡eh, muchacho!” en cada despeje de los Houston Texans.
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