El gobierno de Estados Unidos ha anunciado que comenzará de inmediato a rechazar a cubanos, haitianos, venezolanos y nicaragüenses que crucen ilegalmente la frontera hacia México.
Las autoridades estadounidenses han anunciado que comenzarán a aceptar a 30.000 personas al mes de esos cuatro países durante dos años y que les permitirán trabajar legalmente, siempre que ingresen legalmente al país.
Los países afectados se encuentran entre aquellos donde los cruces fronterizos de migrantes han aumentado de manera más dramática, sin una manera fácil para que los migrantes regresen rápidamente a sus países de origen.
Esta medida constituye un cambio dramático en las reglas de inmigración y se mantendrá incluso si la Corte Suprema de los Estados Unidos decide poner fin a la ley de salud pública de la era del expresidente Donald Trump, que permite a las autoridades estadounidenses rechazar a los solicitantes de asilo.
Esta nueva política podría resultar en la entrada legal de 360.000 personas de estos cuatro países en un año.
Sin embargo, muchas más personas de esos países ahora intentan ingresar a los Estados Unidos a pie, y 82,286 inmigrantes fueron arrestados solo en noviembre.
El gobierno del presidente Joe Biden ha tenido problemas para lidiar con el creciente número de migrantes que cruzan la frontera hacia México y ha tratado de adoptar medidas duras similares a las del gobierno de Donald Trump.
México acordó aceptar hasta 30.000 migrantes al mes de los cuatro países que intentan cruzar la frontera entre Estados Unidos y México a pie o nadando, según la Casa Blanca.
Durante la presidencia de Trump, Estados Unidos exigió a los solicitantes de asilo que esperaran en la frontera con México antes de ingresar al territorio.
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