“Nuestro objetivo es firmar una Declaración Regional sobre Migración en Los Ángeles en junio, cuando Estados Unidos sea el anfitrión de la Cumbre de las Américas”, dijo a los periodistas Katie Tobin, asesora principal de inmigración del presidente Joe Biden.
“Trabajaremos con los gobiernos y otras partes interesadas estratégicas en los próximos meses para desarrollar este marco”, agregó, y señaló que Colombia, Canadá y México ya se han comprometido a apoyar.
Biden pidió el jueves un nuevo acuerdo migratorio regional y dio la bienvenida a su homólogo colombiano, Iván Duque, a quien elogió por recibir a unos 1,8 millones de venezolanos y otorgarles un estatus de protección temporal para facilitar su integración social.
Biden dijo que el nuevo enfoque “ampliará drásticamente” el acceso al reasentamiento y otras vías legales para la migración, así como “procesará agresivamente” a los traficantes de personas.
“Como dijo el presidente Biden, los desafíos migratorios en el hemisferio no pueden ser resueltos por una sola nación o a través de una sola frontera. Necesitamos trabajar juntos”, dijo Tobin.
Explicó que una forma de fortalecer la división de responsabilidades y reducir la inmigración ilegal es ofrecer “vías más seguras y más humanas” a través del reasentamiento de refugiados.
“Veremos cómo Estados Unidos y otros gobiernos pueden proporcionar un conducto para los refugiados venezolanos a través de programas formales de reasentamiento”, dijo el funcionario estadounidense.
Venezuela, gobernada por el socialista Nicolás Maduro desde 2013, atraviesa una crisis política, social y económica que ha obligado a más de seis millones de personas a abandonar el país en los últimos años, la mayoría en países vecinos. Colombia recibió la mayor cantidad, seguida de Perú (1,2 millones), Ecuador (508.000) y Chile (448.000), según Naciones Unidas.
La movilidad en el trabajo por vías legales es otro aspecto a considerar, dijo Tobin, al señalar que la escasez de mano de obra en países como Estados Unidos, Canadá y México puede ser una oportunidad para quienes salen de su país en busca de trabajo.
“Buscaremos involucrar a otros gobiernos de la región para ver cómo podemos trabajar juntos para crear canales formales de oportunidades para los trabajadores temporales”, dijo.
Tobin señaló que la región de las Américas enfrenta una crisis migratoria histórica, con alrededor de 7 millones de personas desplazadas entre Venezuela y otros lugares.
Estados Unidos informó que 1.7 millones de personas ingresaron ilegalmente a México entre octubre de 2020 y septiembre pasado, un máximo histórico. La mayoría procedían de El Salvador, Honduras y Guatemala.
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