Celebrada a más de 2.200 metros de altitud, la Maratón de la Ciudad de México ya se destacaba de las demás por sus particulares características, pero ahora copa los titulares de todo el mundo porque este año fue escenario de un auténtico fraude masivo. Todo porque de los aproximadamente 33.000 corredores clasificados como “finissers”, más de 11.000 no completaron la totalidad del recorrido de 42.195 kilómetros. Además, alrededor del 35% de las personas consideradas finalistas (y que se llevaron la medalla a casa) no completaron la carrera, lo que constató la organización analizando los datos del chip, que muestran numerosos casos de corredores que no han superado la mayoría de los controles. por un amplio margen.

Algunos partieron desde el centro, otros a pocos metros de la meta y fueron inmediatamente a buscar la medalla, otros cortaron las curvas en uno de los muchos puntos de vuelta de la carrera. La situación era tan evidente que incluso se crearon páginas de Facebook para denunciar estos casos, pues muchos de los defraudadores decidieron presumir de sus éxitos en las redes sociales. También se dio el caso de un corredor que lucía una medalla y un tiempo de carrera que habría sido un impresionante récord mundial: 1:19 horas, más de 42 minutos más rápido que la puntuación de Eliud Kipchoge. Por supuesto… hubo una estafa.