Las elecciones presidenciales y legislativas de este domingo en Paraguay terminaron con una amplia victoria del Partido Colorado, en el gobierno por más de 70 años (con la única ruptura en el gobierno de Fernando Lugo, elegido en 2008 y destituido en 2012), resultado que ninguna de las encuestas publicadas en las últimas semanas predijo. Pero confirmó el sorprendente crecimiento de Paraguayo Cubas, o Payo Cubas, como se le conoce en su país, del partido Cruzada Nacional (que fundó en 2018), admirador de Jair Bolsonaro y Donald Trump. Paraguay, en palabras del analista Alfredo Boccia Paz, uno de los más estimados del país, ha quedado “petrificado en el tiempo”, pero con una tercera fuerza que emerge como representante del voto “antisistema”.
Según datos oficiales, el candidato colorado Santiago Peña resultó electo presidente con casi el 43% de los votos, frente al 27,5% de Efraín Alegre —quien se postuló por tercera vez a la presidencia— de la opositora Concertación Nacional (formada por 14 partidos de centro). y centro-izquierda). Payo Cubas ya obtuvo el 23% de los votos y tendrá entre cuatro y cinco escaños en el Senado, que cuenta con un total de 45 miembros. Los partidos de izquierda tendrán un solo senador.
A pesar de las obvias divisiones entre las principales figuras del Partido Colorado, el partido ha logrado mantenerse en el poder en un país que, según su constitución de 1992, redactada por una Asamblea Constituyente en la que los colorados eran mayoría, no prevé un segundo turno. . Sumado, los votos de la oposición superaron en número a los colorados, pero el partido, que ha gobernado el país durante los últimos 70 años con presidentes civiles y militares -la dictadura de Alfredo Stroessner duró de 1954 a 1989-, finalmente selló lo que los paraguayos llaman un ” abrazo republicano”. El presidente Mario Abdo Benítez y el expresidente Horacio Cartes, padrino político del actual presidente electo, han priorizado la permanencia en el poder por encima de todo.
transición ordenada
Incluso antes del anuncio oficial, el mandatario felicitó a su sucesor en su cuenta de Twitter. En el mensaje, Marito, como lo llaman sus compatriotas, afirma que “trabajará para iniciar una transición ordenada y transparente que fortalezca nuestras instituciones y la democracia del país”.
Tras declararse ganador, Peña prometió mejorar las políticas del actual presidente, quien no lo apoyó durante la campaña electoral y llegó a decir que los colorados estaban “viviendo una tragedia” internamente. También dijo que es un día para “celebrar la victoria de un pueblo que ha optado por el diálogo, la fraternidad y la paz”.
En una publicación en Twitter, Lula felicitó al político del Partido Colorado, le deseó buena suerte en su mandato y defendió acciones para crear “relaciones cada vez mejores y más fuertes entre nuestros países”, así como “una América del Sur con más unidad, desarrollo y prosperidad”. ”.
“Esta fue una de las mejores elecciones del Partido Colorado en mucho tiempo. El partido también podría recuperar el control del Senado -dice Boccia Paz, subrayando el fenómeno de Payo Cubas, a quien considera un político sin ideología. — Muchos lo comparan con el argentino Javier Milei (candidato a las elecciones presidenciales de este año). Pero Payo Cubas es un antisistema total, una persona que llama barbarie -añade-.
Según Marta Escurra, periodista y columnista del diario “ABC Color”, el paraguayo Bolsonaro “captó el voto de indignación, especialmente con los colorados”. A diferencia de Argentina, donde la alianza entre peronistas y kirchneristas corre el riesgo de ser seriamente derrotada en las elecciones presidenciales de octubre, en Paraguay el problema no es la economía ni la inflación —que no debería superar el 6% en 2023, frente a más del 100% en el país gobernado por Alberto Fernández. La revuelta de muchos paraguayos, explica, es con la desigualdad y los pésimos servicios públicos, principalmente en salud y educación.
“El crecimiento de Payo Cubas implicará la llegada de personajes exóticos al Congreso de Paraguay”, comenta Marta.
En la TV paraguaya, periodistas como Luis Bareiro se preguntaban cómo explicar el fenómeno Payo Cubas:
— No tiene estructura, partido ni organización, y estaba muy cerca de la alianza que tenía como candidato a Efraín Alegre. ¿Cómo se puede explicar este fenómeno?
discurso de intolerancia
Las propuestas de Payo Cubas son consideradas delirantes por analistas como Boccia Paz, incluida la prohibición de las cesáreas en el país. El tercer puesto ya prometió matar a “100.000 bandidos brasileños”, rechaza las instituciones tradicionales de la política -la casta, como la llama la argentina Milei- y tiene un fuerte discurso intolerante. Al igual que Bolsonaro, Trump y el candidato presidencial argentino -quien, según las encuestas que circulan en su país, tiene la posibilidad de presentarse a la candidatura en la segunda vuelta-, el excandidato presidencial paraguayo se comunica con sus seguidores principalmente a través de las redes sociales.
Al igual que Bolsonaro y Milei, el líder paraguayo pasó al Congreso, donde fue senador. En 2019, a Payo Cubas se le revocó la orden judicial después de agredir a un oficial de policía. En las imágenes que se pueden encontrar en redes sociales como Youtube, se ve al excandidato presidencial acercándose a policías que decomisaban madera cortada ilegalmente en una finca brasileña en la localidad de Minga Porã, en Alto Paraná, cerca de la frontera con Brasil. . . “¡Bandidos brasileños, bandidos! ¡Invasores! Ahora están deforestando el país”, dice Cubas. “¿Sabes cuántos brasileños hay en nuestro país? Dos millones. De estos, 100.000 son desterrados y deben morir”. En noviembre de ese año, Payo Cubas perdió su mandato por “uso indebido de la influenza”
— Cubas se llevó el voto, mayoritariamente, de la tradicional oposición al Partido Colorado. Logró no solo quedarse en el tercer lugar, sino influir en los resultados favoreciendo al oficialismo”, subraya Daniel Zovatto, director para las Américas del Instituto Ideia Internacional, quien observó las elecciones en Asunción.
Según él, “el resultado no sorprende, ya que los colorados han ganado siete de las ocho elecciones presidenciales desde 1989, cuando el país recuperó la democracia”.
— Esta elección muestra una tendencia diferente a las demás en América Latina, donde en las últimas 14 elecciones presidenciales los gobiernos de turno han sido derrotados — agrega Zovatto.
Para el especialista, “la más castigada en las elecciones paraguayas fue la oposición tradicional, representada por Alegre”.
La participación electoral, que superó en dos puntos porcentuales el 61% de la anterior elección presidencial, terminó favoreciendo al Partido Colorado ya la oposición antisistema liderada por Payo Cubas.
En un país de 6,7 millones de habitantes, datos oficiales indican que el 23,5% de los paraguayos vive por debajo del umbral de la pobreza. Este es uno de los mayores dramas del país, lo que explica, en gran medida, que la oposición en su conjunto tenga más votos que los colorados. Pero sin la trampa de segunda vuelta que crearon los colorados en la Constitución de 1992, es prácticamente imposible derrotarlos en las urnas.
En el continente, el partido a menudo ha sido comparado con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México entre 1930 y 2000. En 1990, el escritor Mario Vargas Llosa llamó al PRI una “dictadura perfecta”.
En una columna publicada el sábado pasado en el diario “Última Hora”, Boccia Paz dijo que “lo destacable es que no somos un éxito como país”. Sin embargo, el Partido Colorado cuenta con más de 2,6 millones de afiliados, en un país que tiene 4,8 millones de votantes por defecto. “Mario Abdo ganó en 2018 con 1,2 millones de votos. ¿Un partido con más miembros que votos? Eso se explica por la necesidad de sobrevivir”, concluyó Boccia Paz.
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