En cuanto a la cocina mundial, si hay una que realmente aprecio es la mexicana. Así que cuando una amiga me dijo que estaba a punto de irse de Portugal definitivamente, me pareció que todo sería más fácil de digerir con la ayuda de unas margaritas de maracuyá. Y así fue. En una calurosa noche de verano, fuimos al restaurante fábrica de méxico, sobre Lx de fábrica, y exploramos los sabores típicos del país.
Para empezar, nada mejor que una generosa ración de Nachos de Carne (7,60€) para compartir. Estos chips de maíz con chile de res, queso cheddar derretido, cilantro y jalapeños son muy adictivos y, para los que no están acostumbrados a comer mucho, pueden ‘pesar’ como plato principal. Estábamos relativamente llenos, pero nos quedamos quietos. Luego, en los tacos, que siempre se sirven en tres unidades, las opciones no faltan. Terminamos eligiendo los de Carnitas (8,90€), que contienen tiras de cerdo cocidas durante mucho tiempo, salsa barbacoa, cebolla roja, cuajada y parmesano. ¡Una delicia!
Todavía había espacio (pero poco) para que cada uno de nosotros probara un Hamburguesa mexicana (14,20€), con 100% carne de res, tocino, lechuga, cebolla, aguacate, cheddar y jalapeños, acompañado de papas fritas y ensalada. Una petición que sorprendió a los Gonzalo, la encargada del servicio en nuestra mesa, quien nos compartió que la mayoría de los clientes llegan al espacio con la mirada puesta Burritos (varias opciones, desde 11,50 €) en tallas XL. Entre las conversaciones sobre el desempeño de Portugal en la Eurocopa 2020 y el hecho de que mi amigo nunca probó una margarita, que rápidamente solucionamos, no hay palabras para describir la amabilidad de este empleado y todo el personal.
Cuando nos quedamos sin hamburguesas, llegamos al punto en que nos convencimos de que no podíamos comer más. Ni una miga extra. Hasta que Mariana, otra empleada muy simpática, dijo algo que interiorizamos como una verdad absoluta: “Siempre hay sitio para un postre”. ¿Y no hay realmente? No podíamos irnos del restaurante sin caer en la tentación de Mini Churros Caseros con Dulce de Leche (4,10€), que son tan deliciosos como parecen.
Para acompañar, están las tradicionales mojito (a partir de dos 7,30€) Y Margarita (6,60€), las clásicas propuestas con tequila (7,50€) y varias opciones de sangría de mezcal (desde 5,30€). The Mex Factory es fácilmente reconocible, tanto por la figura de Frida Khalo pintada en la fachada del restaurante, como por el inconfundible ring de lucha libre en su interior, donde, con un poco de suerte, puedes sentarte y disfrutar de una comida. ¿Te gusta comer mejor al aire libre? No hay problema. También hay espacios al aire libre, es decir, una explanada y una azotea rodeada de arte urbano, lo que hace que toda la experiencia sea aún más especial.
Después de esta visita a Mex Factory, me di cuenta de que las despedidas no siempre tienen que ser amargas. De hecho, saben a la forma en que elegimos regalarlos y pueden representar una gran oportunidad para que podamos crear hermosos recuerdos.
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