WASHINGTON – Una de las principales estrategias del gobierno del presidente Joe Biden revertir algunas de las políticas del predecesor Donald Trump es unir a padres e hijos separados en la frontera entre Estados Unidos y México, pero el programa aún avanza lentamente.
Según una encuesta del Departamento de Seguridad Nacional, al menos 100 familias se reunieron este año, la mayoría de países centroamericanos. Otros 350 procesos están a punto de completarse. Según el gobierno de Estados Unidos, al menos 5.500 niños han sido separados de sus padres desde 2018.
“Me gustaría que esto sucediera más rápido, pero estamos progresando y ganando impulso en el proceso”, dijo la directora del Grupo de Trabajo de Reunificación Familiar, Michelle Brane.
En su primer día en el cargo, Biden firmó un decreto para reunir a las familias separadas por la fuerza durante la administración Trump, una práctica adoptada para desalentar la inmigración ilegal.
Según el secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, el papel de los activistas comunitarios ha sido crucial para encontrar familiares que actualmente estén separados de sus hijos. Sin embargo, reconoció que aún quedaba mucho trabajo por hacer.
“Estamos enfocados en encontrar a todas las familias y darles la oportunidad de unirse y superar este trauma”, dijo.
El trabajo del grupo de trabajo se ha enfrentado a una serie de complicaciones, incluida la falta de registros familiares separados, el alto número de casos y el hecho de que muchas de estas personas tienen familiares en zonas remotas de Centroamérica.
Recientemente, el gobierno de los Estados Unidos anunció una asociación con la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) para ayudar a identificar a estas familias. Se creó un portal de Internet para ayudar a localizar a padres e hijos separados en la frontera.
La práctica adoptada en la administración Trump se detuvo a mediados de su mandato en junio de 2018, poco después de que un juez federal ordenara el fin del programa. En ese momento, el presidente incluso fue criticado por miembros de su propio partido. / AP
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