La ciudad de El Paso, en la frontera entre Estados Unidos y México, está en desorden debido al flujo de migrantes que han llegado en los últimos días. Las autoridades locales dicen que es imposible seguir acogiendo a más de dos mil personas al día.

No hay más espacio en los albergues, ni El Paso tiene capacidad para acoger a más migrantes. Las autoridades de la ciudad de Texas en la frontera entre Estados Unidos y México dicen que la región ya ha llegado a su límite.

En los últimos días la situación ha empeorado, con la llegada a El Paso de más de 2.000 migrantes al día.

Un escenario similar al vivido en otros pasos fronterizos, donde el flujo de migrantes ha vuelto a aumentar. Recorren miles de kilómetros para llegar al norte y están decididos.

Para muchos, el viaje implica pasar, a pie, por la región del Darién, zona fronteriza entre Centro y Sudamérica y que es uno de los lugares más peligrosos del planeta.

Es una zona de espeso bosque salvaje, entre Panamá y Colombia, sin carreteras, sin comunicaciones y en muchos lugares dominada por guerrillas y grupos armados vinculados a los cárteles.

El gobierno panameño dice que unas 390.000 personas ya han pasado por la región este año. No se sabe cuántos murieron en Darién, pero las autoridades reconocen que podrían ser miles. La mayoría de los migrantes que pasan por allí provienen de Venezuela, Ecuador e incluso Haití.