O El resultado de la primera votación, realizada a puerta cerrada, fue informado por la agencia de noticias estadounidense AP, citando a tres funcionarios diplomáticos que pidieron no ser identificados.

165 países votaron en la primera ronda, por lo que se necesitarían 110 votos para ganar.

Pope, de 49 años, que cuenta con el respaldo de Estados Unidos, es asistente de Vitorino, de 66, cuya reelección como director general de la OIM cuenta con el respaldo de la Unión Europea (UE).

La OIM tiene 175 países miembros y para ganar es necesario obtener los votos de las dos terceras partes de los países que votan en las elecciones.

Cuando salieron de la sala de conferencias en Ginebra para que los países miembros pudieran votar, Vitorino y Pope no se hablaron, pero la estadounidense se mostró confiada mientras pasaba junto a los reporteros, según AP.

“¡Va a ser un gran día!”, dijo Pope, palmeando a un reportero en el brazo y respondiendo “sí” cuando se le preguntó si tenía suficientes votos para ganar.

La misión diplomática portuguesa en Ginebra anunció, en la red social Twitter, que la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), que cuenta con nueve miembros, apoya a Vitorino.

La confrontación se considera inusual ya que Pope, el Director General Adjunto de Gestión y Reforma de la OIM, busca expulsar a su jefe en una contienda entre dos países aliados de la OTAN.

Desde su fundación hace 72 años, la OIM ha tenido diez directores generales, ocho de los cuales son estadounidenses.

Vitorino asumió el cargo en 2018 luego de que los países miembros de la OIM rechazaran a un candidato presentado por la administración de Donald Trump.

El expresidente retiró a Estados Unidos del máximo órgano de derechos humanos de la ONU, rehuyó el globalismo y adoptó una política de “Estados Unidos primero”, lo que le valió la oposición de muchos países.

Las elecciones actuales tienen lugar en un momento en que hay un gran movimiento de migrantes, que abandonan sus países debido a factores como los conflictos, las dificultades económicas y el impacto creciente del cambio climático.

La OIM cuenta con aproximadamente 19.000 empleados en 171 países que brindan a los migrantes alimentos, agua, albergue y asistencia burocrática.

La organización está abordando crisis migratorias masivas en lugares tan diversos como la frontera entre Estados Unidos y México, el Mediterráneo central, Bangladesh, Ucrania y Sudán.

[Notícia atualizada às 13h57]

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