El nuevo hit de Netflix son tres horas de pura locura mexicana

“Que Viva México” es la nueva sátira política de Luis Estrada. Se estrenó el pasado 12 de mayo y sigue escalando hasta el top de los más vistos.

Si algo se puede decir de la nueva película del director mexicano es que no ha pasado desapercibida. Se suponía que debutaría en los cines en noviembre, pero un desacuerdo entre Luis Estrada y Netflix llevó a su postergación.

El director, furioso al ver que “Que Viva México” se estrenaría en menos salas de las previstas originalmente, trató de convencer a la plataforma. Sin éxito. Sin medias tintas, procede a comprar los derechos de distribución de su película y firma un acuerdo con Sony Pictures. Se estrenó allí en marzo y llegó al resto del mundo el 12 de mayo a través de Netflix.

Lo cierto es que la obra ha tenido éxito en la plataforma, donde está presente en el top de lo más visto en decenas de países. Por Portugal empezó en la parte baja de la tabla y ya está entre los cuatro primeros.

La sátira política tampoco ha pasado desapercibida en el ambiente político mexicano, especialmente por el comentario social que realiza. Es que en el centro de la historia está Pancho Reyes. Nacido en un pequeño pueblo, dejó todo atrás -tierra, pobreza y una familia numerosa- y se hizo grande en la ciudad.

Un día recibe una carta en la que le informan de la muerte de su abuelo, Francisco Reyes, un viejo minero que hizo fortuna y dejó un testamento del que podría formar parte. Naturalmente, y con la perspectiva de ganar algo de dinero, Pancho decide regresar al pueblo y la familia que ha ignorado durante dos décadas, y debe encontrar desconfianza y resentimiento.

“La película es una fábula social corrosiva y una sátira política envenenada. Es grotesco, con mucho humor negro, como un espejo sin alma, nos muestra, nos retrata en estos tiempos de polarización e intolerancia, sin utilizar un lente realista o naturalista; muestra cómo somos, con la distorsión natural de la parodia, la farsa, el realismo mágico y la caricatura”, explica el director a “Deadline”.

“Todo encaja en este infierno personal al que todos pertenecemos y donde, para bien o para mal, sufrimos: dentro de la familia”. A los que no les gustó lo que dijo Estrada fueron algunos mexicanos y algunos líderes políticos.

Una parte del público se sintió ofendido por el hecho de que el comentario y el retrato social que hace Estrada “denigran al país”. Y la película tuvo tal repercusión que el presidente mexicano, Andés López Obrador, lanzó sus propias críticas.

“Es una película de un buen director, pero es para un consumo conservador”, comentó en rueda de prensa cuando se le preguntó por la cinta a la que calificó de “presumida”.

El reparto incluye nombres como Damián Alcazar, Alfonso Herrera, Ana de la Reguera, Joaquín Cosio y Angelina Peláez. Dura poco más de tres horas.

Incluso entre la crítica especializada Estrada no encontró grandes adeptos. “Una película trasnochada, reaccionaria y narcisista cuyas críticas insípidas caen inevitablemente en el clasismo, el racismo y la transfobia”, escribe “La Estatuilla”.

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