En puntos porcentuales, Brasil, México y Estados Unidos registraron la misma reducción que la estimación de crecimiento para este año: 1,2 puntos porcentuales.
Para 2023, el tamaño de la caída fue la segunda mayor, 0,4 puntos porcentuales, revisión que también ocurrió con Indonesia, cuya proyección de expansión pasó del 6,4% al 6,0%. El peor cambio fue en Kazajstán, con una caída de 2,7 puntos porcentuales, del 5,8% al 3,1%.
El FMI rebajó sus previsiones para Brasil en un contexto global de desaceleración de la economía mundial, provocada en gran medida por las continuas dificultades de abastecimiento en las cadenas de suministro internacionales y un fuerte aumento de los precios de la energía y los alimentos, lo que generó un aumento sustancial de la inflación en todo el mundo. La expresiva suba del IPCA, que subió un 10,06% el año pasado, ha llevado al Copom a adoptar un ciclo intenso de tasas de interés altas, afectando el nivel de actividad interna.
El menor ritmo de crecimiento global lo registraron algunos grandes países emergentes, destaca el FMI, destacando también los casos de China y México. “Las perspectivas también se han debilitado en Brasil, donde la lucha contra la inflación ha estimulado una fuerte respuesta de política monetaria, lo que pesará sobre la demanda interna. Una dinámica similar está operando en México, aunque en menor medida”.
La actualización del informe del Fondo Monetario Internacional se centró exclusivamente en las proyecciones de crecimiento económico de los países analizados.
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