Los cubanos se despertaron con apagones masivos la madrugada del martes, con el 40 por ciento de la principal instalación de almacenamiento de combustible del país destruida en lo que las autoridades llamaron el peor incendio de su historia.

Testigos de Reuters informaron que las intensas llamas que arrasaban desde el viernes un segmento de cuatro tanques en el puerto de Matanzas se habían calmado y las altas nubes de humo negro y espeso que aún salían de la zona aparecían teñidas de ceniza.

Matanzas es el puerto más importante de Cuba para recibir importaciones de crudo y combustibles. El petróleo pesado cubano, así como el fuel oil y el diesel almacenados en Matanzas, se utilizan principalmente para generar electricidad en la isla.

El país comunista, bajo fuertes sanciones de Estados Unidos, está prácticamente en bancarrota. Los frecuentes apagones y la escasez de gasolina y otros productos ya habían creado una situación tensa con protestas locales dispersas tras los disturbios históricos del verano pasado en julio.

Un rayo cayó sobre un tanque de combustible el viernes por la noche. El fuego se propagó por segundo domingo y el lunes consumió el área de cuatro tanques, acompañado de grandes explosiones y pese al esfuerzo de los bomberos locales apoyados por más de 100 refuerzos mexicanos y venezolanos.

Las autoridades no dijeron cuánto combustible se perdió en el incendio que destruyó los cuatro tanques. Las autoridades dijeron que la cercana bahía de Matanzas no estaba contaminada con petróleo. Sin embargo, advirtieron a los residentes hasta La Habana que usen cubrebocas y eviten la lluvia ácida debido a la enorme columna de humo generada por el incendio.

Un bombero murió y 14 estaban desaparecidos el sábado cuando explotó el segundo tanque, dijeron las autoridades el martes, corrigiendo una cifra anterior de 16 desaparecidos.

El martes por la mañana, más helicópteros se unieron al esfuerzo para apagar el fuego, junto con un barco de bomberos enviado desde México.