Componentes esenciales para el equilibrio de poder en la democracia brasileña, los diputados y senadores federales son elegidos por el pueblo para componer el Congreso en elecciones generales cada 4 años. En los estantes superiores de la Legislatura, los políticos tienen el salario más alto de la clase política del país.
Actualmente diputados y senadores reciben el mismo salario bruto: R$ 33.763. La remuneración que se paga a los representantes estatales en el Congreso Nacional es superior, por ejemplo, a la que se paga a los Presidenteque gana BRL 30.934,70 al mes.
Sin embargo, no solo el sueldo mensual incluye el gasto de diputados y senadores federales a las arcas de la Unión. Con beneficios como subsidio de vivienda, cuotas de actividad parlamentaria (CEAP), gastos de salud, pasajes aéreos y fondos para la contratación de una persona, cada diputado recibe aproximadamente R$ 168.000.
De esta forma, los gastos con apenas 513 diputados alcanzan R$ 86 millones por mes, para un total de cerca de R$ 1 mil millones por año. Los 81 senadores, a su vez, cargan las arcas públicas con 13,5 millones de reales al año, acumulando 168 millones de reales al año.
Los sueldos más altos de América Latina
Esta cifra exorbitante coloca a los diputados y senadores brasileños en el quinto lugar entre los mejor pagados del mundo. En una encuesta realizada por el diario The Economist, realizada en 29 países, los brasileños lideran el ranking en América Latina, por delante de Chile, Colombia y México. Cabe mencionar que la encuesta solo considera el salario base de los representantes.
Sin embargo, hay un plan para reducir los salarios. En noviembre de 2016, la Comisión de Asuntos Económicos (CAE) del Senado aprobó una propuesta que reduce el salario de los diputados y senadores federales a R$ 26.723,13, por tiempo indefinido. El texto pasa ahora al Pleno y, de ser aprobado, será enviado a la Cámara de Diputados, donde también deberá aprobarse para que tenga fuerza de ley.
“Analista. Gamer. Explorador amistoso. Amante de la televisión incurable. Aficionado a Twitter. Erudito de las redes sociales. Geek aficionado a la web. Orgulloso gurú de los zombis”.