Los republicanos en el Congreso estadounidense dieron el jueves un primer paso para lanzar un eventual proceso de juicio político [destituição] contra el presidente Joe Biden, instado por un grupo de partidarios de Donald Trump.
Estos congresistas acusan al líder demócrata de ser el responsable de una invasión en la frontera entre Estados Unidos y México, por su política migratoria.
La Constitución de los Estados Unidos establece que el Congreso puede acusar al presidente de “traición, soborno u otros delitos y faltas graves”.
El presidente Biden “ha puesto en peligro la seguridad de Estados Unidos y la salud del pueblo estadounidense”, defendió la congresista Lauren Boebert en la acusación.
El republicano de Colorado cree que el “inquilino” de la Casa Blanca merece ser destituido de su cargo por este motivo.
Sin embargo, un proceso formal de “impeachment” sigue siendo muy hipotético hasta el momento, debido a la falta de apoyo político.
El resto de la oposición republicana se niega a aventurarse en este campo en este momento, por temor a convertir el procedimiento en un ejercicio puramente partidista.
En lugar de decidir directamente sobre el proceso de “impeachment”, los republicanos en la cámara baja del Congreso decidieron el jueves votar primero en comisión, frenando la iniciativa de los aliados de Trump.
Los demócratas, a su vez, se manifestaron en contra del juicio político.
Ningún presidente ha sido jamás acusado en la historia de Estados Unidos, aunque tres han sido acusados: Andrew Johnson en 1868, Bill Clinton en 1998 y Donald Trump en 2019 y 2021, y todos finalmente absueltos.
Richard Nixon prefirió dimitir en 1974 para evitar un “impeachment” avalado por el Congreso por el escándalo Watergate.
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