Las imágenes son impresionantes y recuerdan el derrumbe de un edificio o una lluvia torrencial. Excepto que esta vista desconcertante es en realidad la caída de una lluvia de pájaros muertos en México.
Crédito: El Heraldo de Chihuahua
Era la madrugada del lunes 7 de febrero, a las cinco de la mañana, cuando vecinos de la colonia Álvaro Obregón, división territorial de la Ciudad de México, la capital, se sorprendieron al encontrar aves muertas en sus calles. Según testigos, eran alrededor de un centenar los que se desparramaron por los terrenos de vía Primera y Aldama, en el centro de Rubio, inanimados.
No fue hasta alrededor de las 8:20 de la mañana que la policía comenzó a recibir numerosas llamadas de los residentes. Al ir allí, la policía descubrió que se trataba de mirlos de cabeza amarilla del género Xanthocephalus. Esta es una hermosa ave con pelaje negro en el cuerpo y amarillo en la cabeza que se encuentra principalmente en la región de los Grandes Lagos de América del Norte.
Tras las observaciones y el desconcierto del espectáculo, surgió la duda de cómo.
¿La contaminación del aire en el origen de la muerte de los Carouges?
Crédito: Reuters
Se envió un veterinario al lugar para tratar de dar algunas respuestas a la muerte repentina de los Carouge. Estos últimos se encontraban en plena migración desde Estados Unidos hacia el norte de México, donde suelen pasar el invierno en temperaturas más suaves.
Según los primeros hallazgos del veterinario, los mirlos murieron a causa de la contaminación del aire particularmente alta en la capital mexicana debido al uso de la calefacción de leña, muy extendida en la región. De ahí que una fuerte inhalación de gases tóxicos sería la causante de la muerte súbita de las aves. Sin embargo, hay que tener en cuenta otros factores, como los agroquímicos frecuentes en la región o las bajas temperaturas durante este período.
El veterinario también mencionó las líneas eléctricas de alto voltaje en las que los Carouges podrían haber aterrizado. Sin embargo, el veterinario no puede pronunciarse con certeza sobre las causas definitivas de la muerte de los Carouges.
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