Presente en 25 países, logtech chilena Conduciendo Llegó a Brasil en 2020 y desde entonces ha invertido 500.000 dólares en el negocio brasileño, lo que representa el 7,6% de los ingresos globales de la empresa. Empresas como Centauro, Unilever, Tigre y Bimbo son atendidas por el escalamiento en el territorio nacional. En el año en el que celebra su décimo aniversario, la compañía invertirá en inteligencia artificial para seguir creciendo.
Drivin trabaja con procesos de logística terrestre, para facilitar el abastecimiento diario de inventario y entrega de productos a los clientes. Su solución automatiza la planificación de entregas mediante algoritmos (programados en función de la información de la empresa). El proceso permite optimizar el uso de los vehículos y calcular rutas en función de una serie de variables, a partir de conexiones con Google Maps y Waze. Al recopilar datos, la plataforma genera información para la planificación futura utilizando tecnología. aprendizaje automático.
La empresa, que cumplió nueve años en septiembre pasado, nació en Chile, tierra de unicornios como el foodtech NotCo y tecnología de recursos humanos mejor volar. Drivin se define como un camello: recibió una sola inversión, en 2016, y desde entonces se sostiene con recursos propios. “Lamentablemente somos un país pequeño, sin fábricas, pero tenemos esta forma de pensar diferente y romper con patrones consolidados”, afirma Álvaro Loyola, responsable del pais de expansión en Brasil, sobre el ecosistema chileno.
La cartera de clientes de Drivin asciende a 500 empresas atendidas, entre pequeñas, medianas y grandes empresas. “Nuestra visión siempre fue desarrollar este tipo de solución para PYMES, porque en ese momento se necesitaba un servidor enorme, no estaba en la nube, por lo que era costoso. Cuando vendimos la solución nos dimos cuenta de que el sector empresarial también lo hacía manualmente, con diferentes analistas. Empezamos con las pymes y crecimos con el sector empresarial”, afirma. “La logística es el nuevo marketing, especialmente en B2C, donde funciona como fuerza de ventas para atraer clientes”.
Uno de sus mayores clientes es el Grupo Bimbo, una empresa de alimentos mexicana atendida por Drivin en 24 países. En Brasil, la ampliación acompaña una flota de 800 vehículos de la empresa, que representan el 4% del negocio global. En comparación, en el país anfitrión circulan 30.000 vehículos. Otro cliente importante en Brasil es Mondelez, donde Drivin fue seleccionada entre 400 startups para brindar servicios de transporte entre la fábrica y los centros de distribución.
“Estar en Brasil significa empezar de nuevo, empezar de cero, hay muchas particularidades. Es un país autosostenible, con materias primas, fábricas, centros de distribución y clientes. Países como Chile, Perú, Bolivia, Paraguay y Uruguay no lo tienen, la costa del Pacífico es sólo de importación y distribución”, afirma el ejecutivo.
Loyola dice que el enfoque de la empresa estará en el servicio al cliente. “Es un desafío, tenemos que complacerlo todos los meses. No cobramos multas, cancelaciones, implementaciones, aunque en Brasil existe eso de estar atado por el dolor. Nuestro modelo es todo lo contrario: invertir en servicio al cliente para garantizar que la gente utilice la plataforma al máximo”, afirma.
Después de aumentar las ventas un 75% el año pasado, Drivin planea seguir invirtiendo en inteligencia artificial (aprendizaje automático) para mejorar el producto y atraer clientes, con el objetivo de duplicar los ingresos el próximo año. También se está lanzando un área comercial en la plataforma, con un módulo de planificación de rutas de ventas que Unilever está probando en Brasil.
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