Entre los 17 decretos firmados por Joe Biden el 20 de enero de 2021, varios sirvieron para poner fin a las políticas antiinmigración de Donald Trump, incluido el muro en la frontera con México y el estado de emergencia que permitió miles de millones de dólares para su construcción. Dos años y medio después, el presidente de Estados Unidos ha decidido derogar 26 leyes federales para que su administración pueda construir 32 kilómetros de muro en el sur de Texas.
“Actualmente existe una necesidad aguda e inmediata de construir barreras físicas y caminos cerca de la frontera con Estados Unidos para evitar la entrada ilegal” al país, escribió el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en el anuncio en el boletín del estado.
La barrera que se construirá en el condado de Starr consistirá en grandes postes colocados sobre una base de hormigón y estará equipada con un sistema de videovigilancia. Starr forma parte de una sección de la Patrulla Fronteriza que vive un escenario de “alta entrada ilegal”: datos oficiales indican que el año pasado se registraron 245.000 “encuentros” (arrestos) sólo en el sector del Valle del Río Grande, que incluye 21 condados.
Los datos oficiales de entrada para finales de septiembre se anunciarán en los próximos días y probablemente se actualizarán, tras la afluencia de septiembre, cuando decenas de miles de personas intentaron entrar a Estados Unidos a través de la ciudad norteamericana de Eagle Pass.
“No habrá más un centímetro de un muro construido durante mi administración”, prometió Biden cuando todavía era el candidato demócrata. En la proclama firmada con motivo de su toma de posesión, “sobre el fin de la emergencia fronteriza” y sobre la “reorientación de los fondos”, el nuevo presidente de Estados Unidos ya utilizó una formulación diferente, defendiendo que “la construcción de un enorme Un muro que abarque toda la frontera sur no es una solución política seria”.
Estas son precisamente las palabras a las que se refiere la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en un comunicado enviado a la agencia de noticias Associated Press, garantizando que el proyecto actual es consistente con esta proclamación. “El Congreso ha asignado fondos para el año fiscal 2019 [ainda durante a Administração Trump] para la construcción de una barrera fronteriza en el Valle del Río Grande y DHS [Departamento de Segurança Interna] está obligado a utilizar estos fondos para los fines apropiados”, se lee.
Durante el mandato de Trump se construyeron 724 kilómetros de barreras a lo largo de la frontera.
Es la primera vez que Biden utiliza el poder ejecutivo que le permite revocar leyes para imponer una decisión y que Trump ha utilizado con frecuencia.
El anuncio de la construcción de esta sección demostró el debate dentro de la propia administración Biden, escribe Associated Press. “Un muro fronterizo es una solución del siglo XIV a un problema del siglo XXI. No fortalecerá la seguridad fronteriza en el condado de Starr”, dijo en un comunicado Henry Cuellar, congresista demócrata de Texas. “Sigo oponiéndome a desperdiciar el dinero de los contribuyentes en un muro ineficaz”.
Además de los problemas de inmigración y control de fronteras, el muro también tiene un enorme impacto ambiental al cruzarlo. hábitat de plantas y animales en riesgo de extinción, como el gato montés ocelote.
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