La norma fue aprobada en octubre de 2021 y reglamentada en marzo de este año, cuando se dio un plazo de 180 días a los productores de alimentos para adaptarse. Sin embargo, según el Instituto Nacional de Alimentos, ahora se ha otorgado una prórroga a unas 240 empresas, responsables de 11.000 productos.
Los alimentos ultraprocesados deben tener un sello negro en forma de octágono, que cubra al menos el 5% de la superficie de su empaque, con advertencias sobre su alto contenido de azúcar, potasio, grasas saturadas y calorías, entre otros elementos.
“Mientras más se procesa el alimento, más sellos recibe. Hay muchos productos que no caben y otros que sí”, dijo Sandra Tirado, funcionaria del Ministerio de Salud, al explicar que algunos productos “pueden bajar el sodio y contenido de azúcar y no necesitan sellos “.
Los alimentos que incluyen estos avisos no pueden promocionarse con imágenes de niños o celebridades ni ofrecerse como obsequios o muestras.
La ley es similar a otras que ya existen en la región, como en Uruguay, Chile, Perú y México. En Argentina, el 66% de la población tiene sobrepeso, el 32% es obeso y el 42% sufre de hipertensión arterial.
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