Alan es brasileño. Y su esposo, un mexicano. El joven maquillador -que llegó a México en 2019 como turista- tuvo que casarse con un nativo para regularizar su situación en el país. Esta era la única opción dada la imposibilidad de obtener un permiso de trabajo durante la pandemia de coronavirus. Cuando extraña su casa, va a un restaurante de la capital a comer açaí. Él y otros brasileños han enfrentado obstáculos similares para regularizar la situación en México.
“La forma más fácil de quedarme en México era casarme, pero aun así era muy burocrático, te piden miles de hojas y no te sale ni una coma de lugar, más allá de que es caro”, dice. maquillador Allan Cantamessa. “Pero creo que lo ponen muy difícil, porque piden miles de documentos. En Brasil, por ejemplo, el apellido de la madre va antes del apellido del padre, y fue uno de los problemas que tuve en inmigración”.
Desde diciembre, México solicita autorización electrónica a los brasileños para ingresar al país como turistas. Pero ahora los mexicanos están pidiendo una visa impresa en su pasaporte. Los nuevos y más estrictos requisitos responden al aumento del tránsito irregular de brasileños con destino a Estados Unidos. En el año fiscal 2021, que va del 1 de octubre de 2020 al 30 de septiembre de 2021, las autoridades estadounidenses arrestaron a unos 57.000 brasileños que cruzaban ilegalmente la frontera sur del país. Hace tres años había 1.500. La propietaria de este restaurante, Viviane García, ha notado este aumento en el flujo de brasileños.
“Por ejemplo, hubo un auge hace unos seis meses. Recibía de 30 a 40 pedidos de comida al día para los hoteles de tránsito ubicados cerca del aeropuerto”, dice la dueña del restaurante Viviane García. “No entendí… Vi que eran, digamos, gente muy humilde”.
El aumento de la pobreza y las tensiones políticas, junto con una red más amplia de familias brasileñas en los Estados Unidos, son las principales razones de esta intensa migración. La socióloga Amarela Varela explica el papel que juega México como barrera para la entrada ilegal a Estados Unidos.
“Estados Unidos antepone criterios de seguridad nacional a cualquier otro criterio. Esto hace que México firme una serie de tratados para subordinar su política de visas a los intereses de seguridad regional”, dijo Amarela Varela, profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Sin embargo, las restricciones también afectan el turismo de los brasileños, el cuarto mayor número de visitantes a México. El sector turístico de Cancún estima pérdidas por más de $5 millones, y algunas aerolíneas han anunciado la reducción de cinco o tres vuelos semanales. Este impacto ya se notaba desde junio, cuando el sitio web de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México registró filtraciones y el gobierno brasileño llamó a la acción urgente. Los obstáculos, sin embargo, ahora serán mayores por la saturación de los servicios consulares. La abogada brasileña Larissa Rivas, que brinda asesoría migratoria en Cancún, ya analiza los efectos de la nueva medida.
“Al principio, cuando dejó de funcionar la página de autorización electrónica, había gente que no podía subir. Era muy complicado. Y mucha gente se dio por vencida por toda esta inestabilidad. Como los consulados no pueden manejar tantos citas, no hay forma de atenderlos”, dice Larissa Rivas, especialista en migración.
Con la nueva política de visas de México, Brasil se convierte en un país más en chocar con el muro estadounidense.
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