La participación de los hogares brasileños endeudados alcanzó la tasa más alta de los últimos 12 años: 78% en julio. El número de familias con facturas o deudas pendientes también fue el más alto desde 2010: 29%, resultado que llega al 33% en el caso de aquellas con ingresos mensuales de hasta diez salarios mínimos. Los datos fueron publicados el lunes por la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo.
El incremento de la deuda respecto a junio fue de 0,7 puntos porcentuales, pero respecto a julio del año pasado, la CNC registró un aumento de 6,6 puntos. La encuesta también muestra que, a pesar del porcentaje de compromiso de ingresos que se ha mantenido en 30,4% desde abril, en el panorama actual, el 22% de los brasileños tienen más de la mitad de sus ingresos vinculados al pago de la deuda.
Según la economista de la CNC Izis Ferreira, las razones de esos aumentos difieren entre la población.
En julio, la proporción de quienes declararon no poder pagar sus deudas vencidas también aumentó un 0,1% con respecto a junio. Y la mayoría de estos consumidores no terminaron la escuela secundaria, un grupo que también era el que más necesitaba retrasar los pagos.
Si bien los hogares con mayores ingresos han incrementado el consumo de tarjetas de crédito, por tercer mes consecutivo se observa una disminución del endeudamiento por esta modalidad. Aun así, del total de la deuda, el 85,4% tiene deuda a pagar en la tarjeta.
La encuesta estima que los hogares han estado buscando alternativas de crédito más baratas debido a las altas tasas de interés. En consecuencia, al inicio del semestre, los libros de inventario y crédito personal fueron los que avanzaron en deuda. El crecimiento de los intereses también afectó los préstamos para automóviles y viviendas, que cayeron alrededor de 2 puntos porcentuales cada uno en un año.
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